El repunte de cayucos en El Hierro ha sido la gota que ha colmado el vaso del sistema de acogida canario. Ayer 70 personas llegaron de forma irregular al puerto de La Restinga, que se suman a las otras 1.213 que desembarcaron en la isla entre el pasado martes y miércoles. Tres días intensos en la ruta herreña de migraciones que ha acabado por colapsar los servicios alojativos del Archipiélago, que han tenido que hacer frente al arribo de más de 15.000 migrantes en lo que va de año. Ante esta situación, el vicepresidente del Gobierno, Manuel Domínguezexigió ayer a Madrid, tras comprobar de primera mano la realidad que se vive en el recinto portuario de El Pinar, que esta crisis se trate como un asunto de Estado, a la par que anunció que Canarias declara la emergencia social para tratar de garantizar una tutela digna a los menores no acompañados de los que es responsable en solitario la Comunidad Autónoma. 

La declaración reconoce que el aumento de las llegadas de forma «inconclusa» desde finales de 2019 ha puesto «al límite» la capacidad de respuesta de los recursos públicos canarios. Y es que solo en lo que va de año la cifra de menores que han alcanzado las Islas asciende a 2.276, el mayor número de los últimos cinco años tras los 2.829 de 2021. Actualmente, Canarias mantiene bajo su tutela a más de 2.900. Este contexto es el que ha obligado a la Consejería de Bienestar Social que dirige Candelaria Delgado a tomar esta decisión, que tiene como fin garantizar el acceso de los adolescentes y los niños a atención médica, educación y otros derechos fundamentales. Se proporciona con ello un marco legal que facilita la adopción de una «respuesta inmediata» a la saturación de los centros, así como impulsar «la coordinación y la cooperación efectiva» entre cabildos, oenegés, Comunidad y Estado. 

Mil plazas alojativas nuevas

Las 400 plazas que gestionan los cabildos están al completo, por lo que el Ejecutivo autonómico ha tenido que habilitar recursos excepcionales, que por la persistencia de la entrada de menores en situación irregular, ahora serán permanentes. El Archipiélago ha iniciado ya los tramites para licitar más de mil plazas alojativas. El expediente está en fase de fiscalización y no será hasta «fechas próximas» cuando se formalicen los contratos con los adjudicatarios. La orden de Bienestar Social subraya que el fin es homogeneizar las condiciones y asegurar la calidad de las prestaciones de todos los centros. 

Ahora mismo, la isla con los recursos más tensionados es El Hierro. Desde el martes han tocado tierra en La Restinga 1.283 personas -134 menores- , que suponen el equivalente a más del 10% de la población total de la isla, y se acerca al número de ciudadanos del municipio de El Pinar -1.828-. De esos 1.283 migrantes, 521 llegaron a tierra en cuatro embarcaciones el martes, 686 en cinco el miércoles y 70 en una ayer. Este último cayuco fue avistado por el vigilante de la reserva del Mar de Las Calmas cuando se encontraba a unos 3,5 kilómetros de la costa. Salió a su encuentro la Salvamar Adhara, que lo acompañó hasta el muelle para asegurarse de que no sufrían ningún percance en la aproximación a la costa.

Las diez pateras que han alcanzado El Hierro en solo tres días han obligado a derivar ambulancias y a sacar a médicos de los centros de salud. Cabe destacar que solo en agosto el gasto extra del Servicio Canario de Salud en esta isla para la atención sanitaria a pie de muelle fue de 102.000 euros. 

Domínguez subrayó ayer que la crisis migratoria «ha dejado desasistida a la población» y que si esta situación fuese entendida por como un problema de Estado, el tratamiento sería diferente. «Seguro que los migrantes estarían atendidos aquí en este puerto de La Restinga por personal sanitario que dependiese del propio Gobierno central a través, por ejemplo, de Cruz Roja. Nosotros nos prestamos a ceder estas instalaciones para que, de esa manera, sean atendidos y no dejemos desasistida a la población canaria», señaló.

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El vicepresidente volvió a insistir en la necesidad de crear un mando único para gestionar el repunte «porque no es posible que el Gobierno de Canarias tenga que negociar, en este asunto, hasta con seis ministerios distintos». Una exigencia que el Gobierno canario ha puesto sobre la mesa a Madrid ya en varias ocasiones en éxito y por la que ayer también alzó la voz el presidente isleño, Fernando Clavijo. «Canarias es como si no existiera», denunció en un desayuno informativo de Europa Press. 

Clavijo afeó al Ejecutivo de Pedro Sánchez que atendiera otros fenómenos migratorios «a bombo y platillo», como es el caso de la llegada del Aquarius o de los refugiados ucranianos y de Afganistán, mientras que, bajo su punto de vista, no ha reparado en las reivindicaciones del Archipiélago.

En la misma línea, el Cabildo insular de El Hierro aprobó ayer por unanimidad una declaración institucional en la que insta al Gobierno central a implicarse más. Pide que se utilice el Cuartel de La Caleta para incrementar los recursos de acogida; que se haga cargo de gestionar con diligencia los residuos derivados de la llegada de cayucos a los puertos de las islas, en especial al de La Restinga; así como que se refuercen los medios materiales y humanos a favor de Cruz Roja, Protección Civil, Guardia Civil, Policía Nacional y Salvamar. 

3.000

llegados

Desde el martes la llegada de cayucos El Hierro es contínua. Los alisos y el mar calmo han llevado hasta la isla a 1.283 inmigrantes desde el martes, más de 3.000 en lo que va de mes. 

497

menores

Los menores no acompañados llegados desde agosto alcanza la cifra de 497, de los que 301 han sido derivados a Tenerife y Gran Canaria. La idea es limitar el cupo de El Hierro a 40. 

10%

de la población

Los 1.283 migrantes llegados a la isla del meridiano desde el martes suponen más de 10% de la población. Lo que da la medida del impacto y la presión que sufre El Hierro.

A su vez, la institución que preside Alpidio Armas demanda la presencia en El Hierro de la presidenta de la Unión Europea, Ursula Von Der Leyen, del Ministro de Migraciones del Gobierno de España, José Luis Escrivá, y Fernando Clavijo para celebrar con el Cabildo, los ayuntamientos herreños y las ONGs que trabajan en la acogida y atención de los migrantes, una cumbre en la que se analice la situación concreta de la isla y se propongan soluciones. ¿Cuáles? Medidas concretas relacionadas con las infraestructuras de acogida, atención sanitaria, seguridad, custodia, atención humanitaria e incremento de medios humanos. 

Situaciones «punta»

También reclama un protocolo de actuación para situaciones «punta» como la actual, que sirva para conciliar la atención humanitaria a los inmigrantes con la prestación de los servicios esenciales a la población, especialmente sanitarios y atención social.

Desde agosto han llegado más de 3.000 migrantes a la isla, entre ellos 497 niños y adolescentes. De estos últimos, 301 ya han sido derivados a Tenerife y Gran Canaria. «Hoy volveremos a desviar al resto de los que quedan, quedando un cupo máximo de 40 aquí en el Hierro», informó ayer el vicepresidente del Gobierno. 

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El director de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja, Íñigo Vila, considera clave la coordinación entre las administraciones para dar una buena atención a los migrantes que llegan a La Restinga, pero también facilitar su traslado a otras islas con más capacidad y medios. Expuso ayer que ante el aumento de llegadas a Canarias y en los últimos días a El Hierro, en coordinación con el Ministerio de Migraciones, se ha reforzado el dispositivo de acogida a migrantes, «viendo las diferentes posibilidades de reubicación y el incremento de medios».

Senegal, el punto de partida

Los cayucos que avistan El Pinar tienen un origen común: Senegal. El país se ha colocado en el punto de mira debido a las tensiones políticas y sociales que atraviesa. La olla a presión en la que se ha convertido a causa de las revueltas en torno a la carrera presidencial de febrero de 2024, junto a las actuales buenas condiciones de navegación, es un foco de preocupación para el Gobierno regional desde finales de julio, momento en el que alertó al Estado del más que probable incremento de llegadas para principios de septiembre. 

De media, si no hay complicaciones, la travesía dura siete días -más de 1.500 kilómetros-. Las embarcaciones que suelen recorrer la ruta herreña son cayucos, un tipo de barcaza que se utiliza habitualmente para la pesca tradicional en países del África Occidental. Se diferencian del resto por su gran tamaño, ya que pueden subirse hasta 200 personas. 

De hecho, el mayor cayuco de la historia de la ruta canaria arribó a El Hierro el miércoles. El recuento de Cruz Roja detalla que a bordo de la embarcación había 269 hombres y dos mujeres y, entre todos ellos, 75 menores. Procedían de Senegal, Gambia y Guinea. Como eran demasiados, excepto cuatro que quedaron ingresados en el Hospital de Valverde, fueron trasladados por la Guardia Civil a instalaciones de Tenerife.

Los migrantes que comienzan la travesía rumbo a Canarias desde este punto del continente africano son los que más riesgo corren. A principios de julio, la ONG Caminando Fronteras se hizo eco de una embarcación que partió de Senegal con unas 200 personas a bordo y que aún continúa desaparecida. Y es que para evitar a los patrulleros de las gendarmerías que controlan las costas, las barquillas se alejan de estas y se adentran en el Atlántico. De esa forma acaban en las islas más occidentales de Canarias. Aunque no todas consiguen pasar desapercibidas. 

El pasado miércoles un barco de la marina de Marruecos interceptó a dos cayucos con 240 migrantes. «El consulado (de Senegal en Marruecos) ha adoptado las medidas habituales para prestar ayuda y asistencia a estos compatriotas y está trabajando, en colaboración con las autoridades marroquíes, para su repatriación», expuso una fuente diplomática a la agencia estatal de noticias de Senegal, APS.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Puerto del Rosario (Fuerteventura) ha dejado en libertad provisional a ocho de los nueve inmigrantes detenidos tras amotinarse en el remolcador que los rescató de dos pateras el pasado lunes, pero con cargos de piratería, amenazas y delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. El noveno detenido conducido ante el juez era menor de edad, por lo queda bajo la responsabilidad de la Fiscalía. 

El juez tomó declaración a los ocho imputados adultos y también recogió las versiones de varios testigos, fundamentalmente marineros del Vos Pace, barco de Países Bajos.

La noche del lunes al martes, cuando navegaba hacia unas plataformas petrolíferas que operan en aguas del sur de Marruecos, el Vos Pace se encontró con una barca con 44 inmigrantes a bordo, a los que socorrió. Comunicó el rescate y recibió instrucciones desde el Centro de Coordinación de Salvamento de Rabat para que se dirigiera a Agadir, ya que estaba en zona SAR (siglas internacionales de «búsqueda y rescate») bajo responsabilidad de Marruecos. 

En ese momento se encontraba a unos 105 kilómetros al este de Lanzarote. Puso rumbo al puerto designado por Rabat, pero de camino se encontró una segunda patera con 35 inmigrantes, a los que también rescató, según el relato difundido por Salvamento Marítimo español.

Sin embargo, poco después el capitán del Vos Pace alertó a las autoridades españolas de que algunos de los rescatados se habían puesto «muy agresivos» al descubrir que se dirigían a Marruecos, no a Canarias, y blandieron cuchillos ante su tripulación, por lo que tomó rumbo a Fuerteventura por seguridad.

La versión de un testigo de los hechos a la que tuvo acceso Efe -uno de los inmigrantes rescatados, al que no se reprocha ningún acto violento- corrobora ese relato, pero con un matiz: los chicos que se pusieron nerviosos al ver que navegaban a Agadir fundamentalmente amenazaron con autolesionarse o incluso con suicidarse si los llevaban de regreso a Marruecos. | Efe