Inés Hernand ha roto su silencio tras la polémica generada por su topless en la fiesta posterior a la final del Benidorm Fest 2025. La presentadora ha explicado el contexto en el que se produjo el momento, aclarando que se trató de un acto espontáneo dentro de un ambiente festivo y privado: «Nos vamos todos a una fiesta en el Benidorm Palace, un recinto en forma de anfiteatro al que únicamente se accedía por invitación. Se pone música, se sirven canapés y los participantes del festival suben a saludar, a cantar y a celebrar».
Durante la celebración, la presentadora pidió que sonara «Ay Mamá», de Rigoberta Bandini, y en un momento de entusiasmo, decidió hacer un topless al ritmo de la canción: «Fue un topless de 7 segundos de una forma absolutamente inocua, divertida, por supuesto, desconociendo el nivel de conversación que adquiriría después». Hernand se mostró sorprendida por el revuelo generado en redes sociales, donde algunos comentarios se han centrado en el aspecto de su cuerpo, afirmando que «me ha parecido muy interesante cómo se ha convertido en debate de los últimos tiempos tener un cuerpo».
La presentadora también reflexionó sobre el significado del escándalo y su relación con lo público, señalando que «es curioso porque en 2025 sobreviven los malabares para relacionar el respeto hacia una misma o los demás con las tetas». Además, ironizó sobre la preocupación de algunos sectores, destacando otros temas relacionados con la salud pública que, en su opinión, deberían generar más debate: «Las mamografías para detección precoz del cáncer de mama no empiezan hasta los 50 años, las enfermas de cáncer de mama metastásico han tenido que luchar durante años para que la Seguridad Social les cubriera tratamientos… esas son las tetas que nos tienen que preocupar, no la mía en una fiesta».
Por último, Hernand lanzó una crítica a la doble moral que rodea el cuerpo femenino: «Me parece curioso que haya más revuelo por el vídeo de un cuerpo mostrado voluntariamente, con alegría, en un entorno festivo, que por todos esos vídeos que compartís sin el consentimiento de las mujeres, para castigar o humillar». La presentadora concluyó con un mensaje directo: «Bien sabemos que el problema no son las tetas, es la mirada sobre las tetas. Que os dé repelús el torso desnudo de la lactancia, de la fiesta, pero os escandalice el de la piscina municipal o os excite el del porno, no es asunto nuestro».