El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, realizó el sábado una llamada telefónica para felicitar a un terrorista palestino liberado como parte de un acuerdo de alto el fuego y rehenes entre Israel y Hamás, a pesar de que el convicto había recibido una sentencia de 115 años de prisión en 2004.
La llamada desató indignación entre legisladores israelíes, quienes la señalaron como prueba de que, bajo el liderazgo de Abbas, la Autoridad Palestina no está capacitada para gobernar Gaza tras la guerra.
Un video difundido por medios palestinos mostró al prisionero de Fatah, Yasser Abu-Bakr, en el momento en que recibió una llamada de Abbas tras su liberación.
Abu-Bakr, originario de Jenin en Judea y Samaria, fue condenado en 2004 a 115 años de cárcel por armar una célula terrorista que atacó el vestíbulo de un hotel en Netanya en marzo de 2002. El atentado dejó 50 heridos y causó la muerte de una niña de nueve años. Los miembros del grupo también asesinaron a dos policías y a un civil en otros tiroteos.
Según informes en redes sociales, Abu-Bakr rechazó los buenos deseos de Abbas y le advirtió que las felicitaciones eran inapropiadas debido al alto número de víctimas en Gaza tras 15 meses de guerra, desencadenada por el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, donde murieron 1.200 personas y 251 fueron secuestradas.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, afirma que más de 46.000 personas han muerto o se presume su muerte en los combates, aunque la cifra no se verifica ni distingue entre civiles y combatientes. Israel asegura haber eliminado a unos 20.000 terroristas hasta enero y a otros 1.000 terroristas durante la masacre del 7 de octubre.
La llamada de Abbas al terrorista generó fuertes críticas de legisladores israelíes como el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien declaró que Abbas “fue y sigue siendo un enemigo” de Israel.
“Mahmoud Abbas siempre ha apoyado el terrorismo, y la entidad que dirige es una organización terrorista. No puede ser ‘socio’ de nada”, afirmó el líder del Sionismo Religioso, en referencia a las propuestas que buscan que la Autoridad Palestina gobierne Gaza.
“Este gesto es una advertencia para quienes creen que la AP es una alternativa a Hamás. No ocurrirá, ni en Gaza ni en Judea y Samaria”, agregó Smotrich, quien usó términos bíblicos para referirse a Judea y Samaria.
Itamar Ben Gvir, líder del partido ultranacionalista Otzma Yehudit, criticó tanto a la AP como al gobierno israelí por el acuerdo de alto el fuego y los errores de inteligencia previos al 7 de octubre.
“Cierren los ojos ante una autoridad que recompensa asesinos y educa en el terror. Liberan terroristas, detienen la guerra, entregan excavadoras a Hamás… y luego dicen que estamos disuadidos”, escribió Ben Gvir en X.
Por su parte, Avigdor Liberman, presidente de Yisrael Beytenu, afirmó que Israel no hallará un aliado en Abbas, a quien llamó “negacionista del Holocausto”.
“Abu Mazen muestra su verdadero rostro: un terrorista que felicita asesinos. Quien abrace a criminales no puede ser parte de ningún acuerdo, ni siquiera en la vigilancia de Rafah”, declaró.
Israel ha intentado minimizar informes recientes que sugieren un rol clave de la AP en la Gaza posguerra, incluido el control del cruce de Rafah. Aunque la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu negó parcialmente estos detalles, admitió que la AP ya colabora en sellar pasaportes para que gazatíes salgan de la Franja.
Netanyahu rechazó públicamente que la AP gobierne Gaza, acusándola de glorificar el terrorismo y respaldar el 7 de octubre. No obstante, sectores de inteligencia israelí respaldan en privado esta opción ante la falta de alternativas viables.