Los precios de los hoteles moderaron su escalada coincidiendo con las vacaciones de verano, al subir un 6,2% en julio, la cifra más baja de los últimos 26 meses, al tiempo que las pernoctaciones en estos establecimientos se mantuvieron por debajo de los niveles previos a la pandemia pese a aumentar un 2,5% respecto al mismo mes de 2022.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y julio se registraron 192,9 millones de noches consumidas, un 10,8% superior a la de 2022 y ligeramente mayor a la de los siete primeros meses del año 2019.
En el caso de julio, las pernoctaciones en establecimientos hoteleros superaron los 43,1 millones, de los que los viajeros no residentes hicieron 27,7 millones de noches y los nacionales, 15,3 millones.
Se modera la subida de precios
La tasa anual del Índice de Precios Hoteleros (IPH) se situó en el 6,2%, por lo que cayó con respecto a los meses anteriores, después de que en junio se situara en el 8% y en mayo, en el 9,4%.
De hecho, en julio se registró la menor tasa desde que comenzaron a subir los precios hoteleros, en junio de 2021, y fue 10,1 puntos inferior a la registrada en el mismo mes del ejercicio anterior, cuando se producía un incremento de más del 16%.
El mayor aumento de precios hoteleros respecto a julio de 2023 se dio en la ciudad autónoma de Melilla (24,7%) y Navarra (14,3%) y el menor, en Cantabria (1,7%).
Por categorías, el mayor incremento fue en los hostales de una estrella (10,7%).
En esta línea, la tarifa media diaria (ADR) se situó en 128,8 euros en julio, un 6,3% por encima de la de 2022 y un 25% superior a la de antes de la pandemia.
La rentabilidad de los hoteles, aproximada por el indicador que mide el ingreso medio diario por habitación disponible (RevPAR, en inglés), que está condicionada por la ocupación, alcanzó los 96,5 euros, un 7,5% más que durante el ejercicio anterior y un 25% superior a la de julio de 2019.
Por categorías, la tarifa media diaria fue de 298,6 euros para los hoteles de cinco estrellas (216,3 euros en 2019), de 134,8 euros para los de cuatro (111,6 euros antes de la pandemia) y 110 euros para los de tres estrellas (88,2 euros entonces). Los ingresos por habitación disponible para estas mismas categorías el pasado julio fueron de 216,1, 110,2 y 85,2 euros, respectivamente.
Estepona fue el punto turístico que presentó mayor ADR y RevPAR, con una facturación media diaria por habitación ocupada de 298 euros y unos ingresos por habitación disponible de 250,4 euros.
Caen los no nacionales
En julio, las noches hechas por los viajeros nacionales superaron en un 3,4% los niveles previos a la pandemia del coronavirus, pero los hospedajes de los viajeros no residentes cayeron un 1,9% con respecto al mismo mes de 2019.
La estancia media bajó un 0,6% con respecto a julio de 2022 hasta situarse en 3,4 pernoctaciones por viajero
Los viajeros procedentes de Reino Unido y Alemania concentraron el 25,5% y el 16,6%, respectivamente, del total de pernoctaciones de no residentes en establecimientos hoteleros en julio. Las noches consumidas por los procedentes de Francia, Países Bajos e Italia (los siguientes mercados emisores) supusieron el 8,6 %, 4,8 % y 4,4 %, respectivamente.
Principales destinos
Los principales destinos en julio fueron Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana, que acumularon en su conjunto más de la mitad de las noches consumadas en ese mes.
Los no residentes prefirieron las Islas Baleares, con un 34,5% del total de hospedajes, seguida de Cataluña y Canarias, con el 21% y el 18,4%, respectivamente.
En abril se cubrió el 70,2% de las plazas ofertadas, un 1,3% más interanual, al tiempo que el grado de ocupación por plazas en fin de semana aumentó un 1,5 % hasta situarse en el 74,1%.
Islas Baleares presentó el mayor grado de ocupación por plazas durante julio (87,5%), porcentaje que aumentó al 90% en la zona de Palma-Calvià; seguida de Canarias (75,8%) y País Vasco (74,3%).
Los puntos turísticos con más pernoctaciones fueron Barcelona, Madrid y Calvià.