No hace tantos años coincidir con una mujer sobre la bici en una carretera o camino era tan difícil como encontrar una aguja en un pajar. Buena parte de las casas comerciales ignoraban a una clientela que si entraba en una tienda era para efectuar un regalo a la pareja o a un amigo. Resultaba complicado comprar una bicicleta con la talla idónea y la ropa ni estaba ni se le esperaba.

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