Paula Badosa ya está en octavos de final en el Open de Australia tras superar a la ucraniana Marta Kostyuk en un gran partido con altibajos constantes y alternativas en el marcador constantes. Supo resistir cuando tocaba y dominar cuando pudo. 6-4, 4-6 y 6-3 en 2 horas y 34 minutos de partido para alcanzar su techo de cristal en el primer Grand Slam de la temporada.
Ambas tenistas se habían enfrentado en la misma ronda en el año 2022 en un partido que acabó de la misma forma y con un guion muy parecido, alcanzando la española la que era hasta ahora su mejor actuación en Australia. Empezó con dudas Badosa, que cedió a las primeras de cambio su servicio, que no fue tan dominante como mostró en las rondas anteriores.
Pese a ello, Paula supo revertir la situación y tras igualar el marcador, resistió hasta el final y en el décimo juego dio la puntilla y con una nueva rotura se apuntó el set. Empezaba a las mil maravillas un partido difícil de jugar por el viento que acechaba en el KIA Arena, la cuarta pista en importancia de Melbourne Park.
Parecía que Badosa había hecho lo más difícil apuntándose un peleado primer set, pero lejos de ser una losa para la ucraniana, fue un empuje que le valió para salir como un ciclón en el inicio del segundo, en el que sin dar opción a Badosa, se puso con un 0-5 a su favor, despertando la desesperación de una Badosa que hacía claros signos de haber perdido el rumbo del partido.
Cambió la dinámica y la iniciativa del partido, pese a que Kostyuk empezó a sufrir el que iba a ser su gran mal sueño desde entonces. Su servicio empezó a flaquear y las dobles faltas se fueron sucediendo una tras otra.
Se aprovechó de ello Badosa que consiguió pasar del 0-5 al 4-5. Ocho errores desde el servicio cometió Kostyuk en el segundo set, aunque pudo finalmente cerrar por 4-6 e igualar el partido.
EL MOMENTO DE LA VERDAD
Llegaba el momento de la verdad y pese a perder el set, Paula había vuelto a encontrar su ritmo de juego. Dio un paso de gigante mentalmente tras resistir el primer juego, en el que de nuevo la ucraniana amenazó su servicio, y supo aprovechar de nuevo la odisea que vivía por entonces Kostyuk con su servicio, para realizar la rotura que acabaría siendo definitiva.
Dio alas la ventaja a Badosa, que ya no volvió a sufrir más con el servicio hasta el juego final, en el que tras defender una nueva bola de rotura, cerró sin más problemas para alcanzar los octavos de final, donde espera ya rival. «Estar en la segunda semana de un grande es una gran sensación» aseguró orgullosa la catalana.