Los hermanos Laura y Alberto Caballero son los reyes de la telecomedia en España, padres de éxitos televisivos como ‘Aquí no hay quien viva’, ‘La que se avecina’, ‘El pueblo’ y ‘Machos alfa’. Después de sacarle mucha punta humorística a temas como las comunidades de vecinos, la España vaciada y la masculinidad tóxica, hace un año se atrevieron hasta con el negocio funerario con la comedia ‘Muertos SL’, protagonizada por Carlos Areces, de la que este jueves 16 de enero estrenan una segunda temporada en Movistar Plus+. No será la última, porque ya han rodado una tercera.

La serie se ambienta en un tanatorio, tal vez el sitio del mundo que puede provocar menos humor. ¿Cómo se les ocurrió desarrollarla ahí?

Laura: Yo creo que hay poca gente a la que no le haya dado un ataque de risa en un tanatorio. Al final, de las cosas que más te tienes que proteger son de las que más te debes reír.

Alberto: El humor es un mecanismo de defensa, un antídoto, contra todo lo chungo de la vida. Cuanto más delicada es la situación, mejor te acaba funcionando a nivel de protección cerebral. Queríamos hacer una ‘sitcom’ de ambiente laboral y, para diferenciarnos de las americanas, tipo ‘The office’ en la que deliberadamente habían elegido una empresa muy neutra, nosotros queríamos que en la nuestra sus circunstancias la personalizaran mucho. Porque la esencia fundamental de ‘Muertos SL’ no es hablar del tanatorio en sí mismo y de la muerte, sino de las relaciones en una pyme de origen familiar y de pequeño tamaño, que es el 80% del tejido empresarial de este país.

Les gusta crear personajes mezquinos, como el protagonista de esta serie, Dámaso (Areces), que es como un buitre buscando muertos para el negocio.

Alberto: Todos tenemos un puntito mezquino y por eso creo que son los personajes favoritos de los espectadores. Por mucho que no quieras, hay una parte de ti, aunque esté en lo más profundo de tu ser y la tengas bajo llave, en la que te ves un poco representado por esas miserias y esos fallos éticos y morales de estos personajes. Dámaso es un tío muy solito, que solo tiene su trabajo. Después de tantos años trabajando en la funeraria se ha convertido casi en una obsesión llegar a director de la empresa. Yo creo que el 70% de los trabajadores de este país, por decir una cifra, se consideran infravalorados y en un puesto inferior al que se merecen.

Laura: Dámaso no es de los más peligrosos que te puedes encontrar en la vida porque es muy para afuera y lo ves venir rápido. No se esconde y es un profesional. Eso sí, hay que aguantarle…

¿De momento no se les han quejado las funerarias?

Alberto: Al revés. Nos han invitado a verlas. Hemos tenido un tanatopractor durante el rodaje.

Laura: Con los que hemos tenido trato, sobre todo al principio asesorándonos, se les veía con ilusión de que se les hubiera hecho una serie. Mucha gente ni se ha preguntado cuál es el proceso cuando te mueres. Aquí les das un poquito de voz y amabilizas el sector. Desde que ves la serie creo que pisas un tanatorio de forma diferente.

«Estamos en la época de nuestra vida en la que menos quejas recibimos por el contenido de nuestras series»

¿Para ustedes hay líneas rojas en el humor?

Alberto: Intentamos que no. Hay que ejercer y reivindicar la libertad de expresión, y más en las actividades destinadas al entretenimiento. Si empiezas a meterle líneas rojas acabas en ese género horroroso llamado comedia blanca. La comedia es una muy buena herramienta no solo para hacer reír sino para hacer pensar y preguntarte cosas de ti mismo. Aparte, nosotros hemos comprobado que la censura es una cosa que circula básicamente solo a través de redes, de manera muy efímera y generalmente provocada por gente que lo que busca es el ‘hashtag’, sus minutos de gloria y conseguir cancelar a alguien o meterle en un problema, normalmente por pura envidia o por ideología. Ni nosotros como creadores, ni la sociedad en la calle, ni siquiera las plataformas o las cadenas nos han puesto ningún cortapisa. Estamos en la época de nuestra vida en la que menos quejas recibimos por el contenido de nuestras series.

Laura: La línea se convierte en roja cuando la usas fuera de sitio, cuando ves que está forzado. Si no creo que puedes hacer comedia de absolutamente todo.

Alberto: Donde hay que tener cuidado es con las opiniones personales porque puede haber consecuencias un poco más radicales e indeseadas en tu vida o en la de la gente que trabaja contigo, que es lo que se trata de evitar. A nosotros lo que nos interesa es tener libertad en nuestras creaciones. A nivel personal, ya cuando nos jubilemos diremos lo que pensamos de algunos temas.

Laura: Mientras tanto, nos quedamos a gusto poniéndolo en boca de algún personaje…

Carlos Areces y Roque Ruiz, en ‘Muertos SL’ / MOVISTAR PLUS+

Alberto, usted ya lanzó un ‘zasca’ a un actor que dijo que no se leía las acotaciones de los guionistas. ¿Vosotros sois muy estrictos con los guiones o son permeables a las propuestas de los actores?

Laura: Somos permeables, pero es que los textos están tan bien escritos… Yo en el plató no dejo cambiar una coma salvo que haya un problema de dicción o salga una morcilla que funciona. Pero de base no se cambia nada porque hay un respeto muy grande al guion, que creo que es la base del éxito de todas las comedias que estamos haciendo.

Alberto: Ha habido hallazgos maravillosos en improvisaciones que han surgido de manera espontánea en el plató. Pero normalmente somos bastante fieles. Nuestro objetivo es que a los actores les guste tanto el guion que no sientan la necesidad de ‘arreglarlo’.

Laura: Los actores de ‘Muertos SL’ son los que más libertad tienen porque la mayoría de las secuencias de los créditos son improvisadas.

Otra de sus series, ‘La que se avecina’, va por la 15ª temporada y se han confirmado dos más. ¿Serán Prime y Mediaset las que decidan acabarla o serán ustedes, por agotamiento?

Alberto: Hace tiempo que nos dimos cuenta de que estar planteándonos su final era un ejercicio mental inútil porque hay una fuente más poderosa que nosotros mismos e incluso que Prime o Mediaset, que es el público. Probablemente será él el que decida el final de la serie cuando dejen de darle este apoyo masivo. Mientras tengamos salud, hueco en el año y un grupo de actores igual de comprometido seguiremos haciéndola para el público. A nosotros ya hay pocas cosas más que a nivel individual o profesional nos pueda aportar ‘La que se avecina’ porque nos ha dado tanto… Mientras Prime, Mediaset y nosotros con Contubernio [la productora], por el otro lado, le apliquemos sentido común a la hora de las renovaciones y de las negociaciones, yo creo que los que lo van a decidir son los espectadores.

Laura: Yo tengo la sensación de que el final vendrá de una forma como muy natural. Hasta la gente notará que ya ha llegado su final y no le molestará como le estaba molestando pensar que llegaba ese desenlace.

¿Han pensado hacer algo que no sea comedia?

Laura: A mí me da muchísima pereza.

Alberto: Yo cada vez menos. Cuando tenía veintitantos y veía cómo trataban a los dramas con mucho prestigio pensaba que había que dar el salto al cine y todas esas gilipolleces. Con los años vas relativizando todas esas cosas y te das cuenta de que el género más desafiante, el más gratificante ‘a posteriori’ durante el proceso creativo y por el efecto que causa en la gente, para mí, es la comedia.

Laura: Aparte que para trabajar la comedia tienes que gestionar muchas emociones diferentes. Estás trabajando las penas de los personajes, amores, desamores… Así que también estamos haciendo drama.

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