Los Ángeles sigue ardiendo tras el peor incendio de la historia en la ciudad. Muchos barrios continúan ardiendo y decenas de vecinos han perdido sus casas.
Patricia, que lleva un año viviendo en Los Ángeles con su marido Juan fue sorprendida por el fuego. «En cuanto nos empezaron a picar la garganta y los ojos, evacuamos«, nos cuenta.
Ante el miedo generalizado, cogieron el coche y se marcharon a 3 horas de la ciudad, a una zona cerca del desierto que no está en alerta roja, una zona sin vegetación. «Mientras íbamos conduciendo sonó la alarma», advierte.
«Nos preocupa la calidad del agua y del aire», confiesan Patricia y Juan. Según nos cuentan, el agua apenas se ha podido usar para la ducha durante días. ¡Dale al play para escuchar su historia!