La fibromialgia y otras enfermedades crónicas, como la fatiga crónica o el síndrome del colon irritable (esas que se basan en un «error del cuerpo»), son las patologías en las que se está haciendo un peor uso de los opioides, fármacos destinados a tratar el dolor. La prescripción de los mismos sigue una tendencia al alza desde hace años y, si antaño estaban más circunscritos a pacientes oncológicos, cada vez más se usan para tratar el dolor.

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