Uno de los axiomas que se enseña en urbanismo es que los bienes y derechos de dominio público o demaniales son «inalienables, imprescriptibles e inembargables». Una máxima que se obvia en el nuevo decreto ley de medidas urbanísticas urgentes para favorecer las tareas de reconstrucción tras los daños producidos por la dana. Se trata de la «nueva» figura bautizada como «proyecto de reconstrucción local (PRL)» una «figura urbanística de «carácter excepcional» para que los ayuntamientos afectados por las riadas puedan destinar suelo dotacional a la construcción de viviendas, que desde el 2 de enero pueden ser privadas. 

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