Un dicho, inmortalizado por La Cabra Mecánica en una célebre canción, reza que días de mucho, vísperas de nada. En el calendario castrense y periodístico hay, desde hace semanas, una fecha señalada en rojo intenso como día de mucho: el sábado 11 de enero, jornada en la que el buque escuela de la Armada Española, el Juan Sebastián de Elcano, partirá desde el puerto de Cádiz en su XCVII crucero de instrucción. Le distingue de los 96 cruceros anteriores que en él viaja la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, como una de los 76 guardiamarinas que completarán su formación en el bergantín-goleta en un viaje de seis meses que les llevarán por Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos. Sin embargo, y contrariamente al dicho con el que arranca este reportaje, este día de mucho ha venido precedido de unas vísperas nada aburridas, con una agenda cargada de presentaciones, visitas, paseos y, una sensación en la Bahía gaditana de que se estaba viviendo un momento histórico.
Si un viaje comienza desde el momento en que éste se prepara, se puede decir que la presente ruta del Elcano arrancó cuando se dio a conocer que la heredera al trono de España formaría parte de su tripulación, siguiendo la tradición de la Casa Real. Y es que por la cubierta del barco que se enseñorea en el muelle ciudad de Cádiz ya pasaron como guardiamarinas su abuelo, Juan Carlos I, en 1958 y su padre, Felipe VI, en 1987. Incluso, en un ejercicio de exageración, podrían remontarse estas vísperas a 1928, cuando embarcó, también en Cádiz, Alfonso XIII en el viaje inaugural del buque. Sin embargo, vamos a fijar las vísperas en una fecha mucho más reciente: cuando la protagonista de estas líneas ingresó en el buque. Fue el pasado miércoles, mientras en la megafonía del barco que porta el nombre del célebre circunnavegante vasco resonaba: “Su Alteza Real, la Princesa de Asturias, a bordo”.
Leonor: Princesa de Asturias, guardiamarina Borbón
Ese día, la princesa Leonor accedía a la que será su casa hasta el mes de julio, saludaba a la bandera y se presentaba a los oficiales del buque escuela, que dejaban claro desde el primer momento que la guardiamarina Borbón sería tratada “como una más”. Sin embargo, ni los otros 75 guardiamarinas, ni los 20 oficiales, 20 suboficiales, 130 militares de marinería y tropa ni los dos maestros civiles suscitaban el interés de quien, pasados los años, está llamada a ser la Capitana General de los tres ejércitos. Las miradas y los gritos de los gaditanos, las atenciones de las autoridades y las cámaras de los fotógrafos también han compartido durante estas vísperas esa distinción especial con la guardiamarina que, en tierra, vuelve ser la Princesa.
Las vísperas dejaron uno de los momentos más icónicos el jueves, cuando la guardiamarina Borbón ascendió por una de las escalas del trinquete (uno de los palos de la embarcación) completando una actividad que realizan todos los alumnos. Al igual que ellos y ellas (en el crucero de instrucción tendrá ocho compañeras), iba asegurada por arneses.
También hubo espacio para los actos oficiales. Así, este viernes la Princesa de Asturias ha acudido a la recepción oficial a la dotación del Buque Escuela en el Ayuntamiento de Cádiz. Su alcalde, Bruno García (PP) ha arengado a toda la tripulación con un “el Elcano es de Cádiz y Cádiz es del Elcano”. El regidor le ha regalado a doña Leonor, que ha firmado en el libro de Honor del Ayuntamiento, un ejemplar de la Constitución de Cádiz (que fue sancionada y luego vetada por su antepasado Fernando VII, si seguimos con este juego de referencias pasadas). La imagen de Felipe VI aparecía en el retrato oficial que preside la sala.
Gritos de “guapa, guapa” a Leonor en su visita a Cádiz
Ni la niebla ni un nutrido grupo de curiosos quiso perderse la presencia de la Princesa Leonor por la céntrica plaza de San Juan de Dios que, con su chaqueta de 14 botones, no mudó el gesto cuando a su paso le gritaban un “guapa, guapa” más cariñoso que regio.
La jornada se ha completado en la vecina ciudad de San Fernando, donde estas vísperas incluían una visita a la iglesia del Carmen y al Panteón de Marinos Ilustres. Los actos previos se prolongarán hasta este mismo sábado, con la tradicional visita a la Patrona de Cádiz, la Virgen del Rosario, en la iglesia de San Domingo, que hará sonar con estruendo sus campanas ante la llegada de los uniformados, que, posteriormente, portarán a La Galeona hasta el Juan Sebastián de Elcano.
Despedida con la ministra de Defensa y Felipe VI
Pero todas estas previas no serían nada sin el acto grande, que se vivirá este sábado en el muelle de Cádiz cuando antes del mediodía zarpe el Juan Sebastián de Elcano rumbo a las Islas Canarias. Si la partida de la embarcación supone siempre una suerte de fiesta en el muelle gaditano, este año, con la presencia de Leonor de Borbón, sea como guardiamarina sea como Princesa de Asturias, la expectación sobre la despedida de la embarcación es máxima.
En la Pascua Militar, en su doble condición de padre y superior, Felipe VI le adelantó sobre el XCVII crucero: “Estará entre tus mejores recuerdos y te valdrá para toda la vida”
Al acto acudirán la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el resto de la Familia Real, con Su Majestad el Rey, Felipe VI, a la cabeza. Ya en la Pascua Militar, en su doble condición de padre y superior, le adelantó sobre el XCVII crucero: “Estará entre tus mejores recuerdos y te valdrá para toda la vida”.
Por supuesto que todo lo sucedido, y lo que sucederá cuando el Juan Sebastián de Elcano vaya recalando en los diferentes puertos, puede también ser una víspera de la progresión de la princesa Leonor en su formación militar. La princesa, que ha pasado por la escuela militar de Zaragoza y la Naval de Marín, pasará un mes en una fragata cuando complete la travesía e ingresará posteriormente en la Academia del Aire de San Javier (Murcia). Una vez acabe su formación ostentará el rango de teniente de los ejércitos de Tierra y Aire y alférez de navío en la Armada.
