Parthenope es a Nápoles lo que La gran belleza era a Roma. Paolo Sorrentino, el director de Fue la mano de Dios -precedente de esta cinta, aunque aún inédita en las pantallas cordobesas-, homenajea al territorio de la infancia y juventud a través de una mujer, capaz de enamorar a la cámara, Celeste Dalla Porta, alguien que irrumpe en el cine para dejar al espectador completamente hipnotizado ante su imagen, de principio a fin. Son ciento treinta y seis minutos de espectáculo explosivo de belleza, color… fulgor y decadencia.
Asistimos al nacimiento y crecimiento de una sirena mitológica, de ahí el título del filme. Alguien que de mayor desea ser antropóloga, aunque se pasa la vida intentando conocer el significado de esa materia. Por el camino se cruzará la posibilidad del arte dramático, hasta que conozca a una diva, un tanto felliniana, como el helicóptero que aparece de vez en cuando (como ocurría en La dolce vita). También encontramos ecos de otros maestros del cine italiano, además del gran Federico, los arrabales de Pasolini o Visconti, y Bertolucci…
Al final, todo se convierte en un homenaje a sí mismo por parte de este cineasta. El ego elevado a obra de arte. Gracias a una excelsa composición de cada plano, a cada estudiado movimiento de cámara, con el único objetivo de plasmar la gran estética de un azul profundo de ese paisaje marítimo que rezuma nostalgia, del primer amor, de la tristeza que provoca el encuentro con la muerte de alguien cercano… y, poco a poco, la joven suma años y experiencia, y llega hasta donde no había pensado, y de ser examinada pasa a evaluar como profesora universitaria, y cuando cae en la cuenta la vida ha pasado, al igual que la película. Y Sorrentino vuelve a descubrirnos que es capaz de crear un mundo con sus recuerdos y las influencias que le han marcado, evocando algo muy personal, sacando lo mejor de sus intérpretes: desde Gary Oldman como alcoholizado escritor (John Cheever), hasta Silvio Orlando como profesor atormentado que carga con un secreto inconfesable… Y todos, alrededor de ella: Celeste/Parthenope/Nápoles.