Día de descanso, ayer, para dos aventureros grancanarios que están dejando su huella en la carrera más dura del mundo a los mandos de sendos elefantes del desierto, como son conocidos los camiones en el Dakar. Desde la tranquilidad relativa de una jornada de asueto en el macro vivac de Hilal, en el ecuador de la prueba ambos trasladan algunas de las anécdotas que están viviendo en el desierto saudí. 

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