En Estados Unidos, varios grupos y activistas antiisraelíes han responsabilizado a Israel de la crisis de los incendios forestales que azotan Los Ángeles. A través de sus redes sociales, Code Pink, un colectivo de izquierda radical, afirmó en Instagram: “Cuando los impuestos estadounidenses se destinan a quemar viva a gente en Gaza, no podemos sorprendernos cuando esos incendios lleguen a casa”.

Por su parte, la filial neoyorquina de Jewish Voice for Peace, conocida por su postura antisionista, publicó un artículo en el que señaló: “En vez de destinar recursos a mejorar nuestra calidad de vida, el gobierno estadounidense invierte miles de millones en el genocidio israelí contra los palestinos en Gaza”.

Fatima Mohammed, quien lidera el grupo antiisraelí Within Our Lifetime, compartió una imagen de los incendios, añadiendo: “Las llamas de Gaza no se detendrán allí”. También advirtió: “El lanzamiento de cientos de miles de bombas sobre Gaza y su conversión en un infierno en llamas tendrá consecuencias, incluidas las climáticas, que nos afectarán a todos”.

En la misma línea, el comentarista Mehdi Hasan vinculó la ayuda militar estadounidense a Israel con los presupuestos del departamento de bomberos de Los Ángeles, a pesar de que este último se financia principalmente con fondos locales, mientras que la ayuda a Israel proviene del gobierno federal.

Ritchie Torres, congresista de Nueva York y firme defensor de Israel, respondió a estas acusaciones en Twitter, criticando a Code Pink por responsabilizar a Israel de los incendios. Señaló que “la esencia del antisemitismo es convertir al pueblo judío y al Estado judío en chivos expiatorios de todos los problemas del mundo, sin importar cuán débil sea la conexión causal”. Torres subrayó que este comportamiento es característico del antisemitismo: buscar chivos expiatorios y, en caso de duda, culpar a los judíos.

Amy Spitalnick, directora del Consejo Judío de Asuntos Públicos, también rechazó las declaraciones de Code Pink, calificándolas como “un nuevo ejemplo de cómo se convierte a Israel o a los judíos en chivos expiatorios de casi cualquier problema global”.

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