Después de que los sindicatos CGT y STEI alertaran de que 200 mujeres víctimas de la violencia machista, muchas de ellas con hijos menores, se quedarán sin seguimiento y sin su técnico de referencia en unos meses por parte del Consell de Mallorca, el conseller de Presidencia, Toni Fuster, reconoció ayer en el pleno del Consell que «es cierto que nos estamos enfrentando a ciertas dificultades» a la hora de gestionar los distintos servicios porque actualmente existe «un contexto en el que hay un proceso de estabilización y en el que cualquier trabajador tiene derecho a dejar su lugar de trabajo para irse a otro que le conviene más». Además, el conseller anuncia un nuevo convenio con el Ibavi para tener 20 plazas más que estarán operativas «en breve», aunque anuncia que seguramente necesitarán más.
Fuster asegura que, pese al grito de alerta de los sindicatos, las usuarias no dejarán de ser atendidas «en ningún caso» y detalla que, hasta que no se gana una plaza en la administración pública por oposición, se mantienen los profesionales que realizan las funciones en el lugar de trabajo hasta su cobertura: «Esto se lo hemos dicho a los trabajadores cuando nos han manifestado su preocupación por la finalización de contratos, como cuando los profesionales han hecho uso de su libertad para optar a otras posiciones en otros servicios del Consell».
Asimismo, afirma que el Consell ha tenido que hacer uso de contratos de acumulación de tareas «cuando la situación lo ha requerido, utilizando los medios a nuestro alcance como prevé la ley».
En este sentido, acusa a la izquierda de los problemas de la situación actual: «Ustedes deben saber por qué razón en 2023 se traspasó el número de profesionales con los que contaba el servicio cuando pasó a ser competencia del Consell. No hicieron el traspaso de competencias en 2018 con dignidad, si hubieran hecho su trabajo la situación era otra».