En cuando su hijo Álex le confesó que había atropellado y matado accidentalmente a un motorista, su padre trató de consolarle y le aconsejó que lo acompañase a comisaría para confesar lo que había hecho e intentar convencer a la policía que se había dado a la fuga porque el miedo lo había invadido.

Pero lo que el juez Romero no se imaginaba era que, precisamente el miedo, se apoderaría esta vez de él al llegar a comisaría y descubrir que el joven que había atropellado Álex era el hijo menor de los Aguilar, una familia muy poderosa y temida de Sevilla.

Aunque iba a confesarlo todo, Romero volvió al coche y le comunicó a su hijo que tenían que cambiar de planes. Vicente Aguilar no se conformaría con ver a Álex entre rejas: un hombre como él quiere sangre por sangre. ¿Lograrán ocultar Martín y su hijo lo que ha pasado para proteger al joven a salvo?


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