Tras el parón navideño, este miércoles se reanudaron las obras de humanización en la travesía de la avenida de Galicia con un nuevo cambio en el tráfico rodado en el tramo entre la futura rotonda de la cuesta del Bolón y su intersección con la carretera de La Hiniesta quedando este de un único sentido de salida de la ciudad.
De este modo, los vehículos que suben por la Cuesta de la Morana, a partir de hoy podrán continuar por la avenida de Galicia solo en sentido salida de la ciudad hasta la Cuesta del Bolón o seguir para adelante, hasta la rotonda del Sancho. Sin embargo, los que intenten bajar desde San José Obrero no podrán continuar por la avenida de Galicia y se tendrán que meter por la Cuesta del Bolón, ya que el tramo hasta la confluencia con la carretera de La Hiniesta estará cortado en sentido de bajada, es decir, hacia la entrada a la ciudad.
Despistes y colas tras la reanudación de las obras de humanización | MIGUEL ÁNGEL LORENZO
Corte de tráfico que ha obligado a modificar el recorrido de autobús de la línea 1, que antes pasaba por la calle Andavías y la avenida de Galicia, lo que provocó la confusión de los usuarios habituales, sobre todo a primera hora de la mañana, que se encontraron con un cartel avisando de las paradas alternativas en la carretera La Hiniesta y la cuesta La Morana.
Proyecto
En la intersección de la avenida de Galicia con la carretera de La Hiniesta el proyecto de humanización prevé la construcción de una rotonda, y lo mismo ocurre con la intersección de la avenida de Galicia con la Cuesta del Bolón, que pasará a estar regulada también por una rotonda.
El objetivo es convertir todo el tramo en una vía de doble sentido de circulación con calzada única con un ciclo carril por sentido, eliminando así todos los desdoblamientos de carril y carriles centrales de espera para giros (como el que existe en la confluencia con la carretera de La Hiniesta).
Tráfico condicionado en la avenida Galicia. / M. A. Lorenzo
Además, se reducirá medio metro el ancho de los carriles hasta los tres metros de ancho, lo que permitirá el ensanchamiento de las aceras.
Las zonas de aparcamiento de vehículos, al igual que los ensanchamientos de las paradas de autobús se mantendrán, aunque al desplazar la línea de bordillo de las aceras, estas zonas también se acercarán al eje de la vía.
