Un duelo no finalizado causó una «reacción emocional anómala» en el ladrón del cadáver de su madre en Avilés

El dolor por la pérdida «repentina» de su madre, una mujer nonagenaria, llevó a R. A. D. A. a desenterrar su cadáver, que descansaba desde el día de Nochebuena en el nicho familiar, en el cementerio de San Cristóbal de Entreviñas, en Avilés. Como consecuencia de este suceso, R. A. D. pasó la noche en los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional en Avilés. Ayer a las 13.30 horas prestó declaración ante el magistrado titular del Juzgado de primera instancia e instrucción número 7 de Avilés, en funciones de guardia. El investigado, que se mostró colaborador, reveló «que solo quería comprobar que su madre había muerto de verdad», ya que el fallecimiento había sido repentino, por lo que se encontraba muy afectado, según fuentes judiciales.

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