En su tradicional discurso de Nochebuena, el rey Felipe VI ha destacado la reciente reforma del artículo 49 de la Constitución, que sustituye el término «disminuidos» por «personas con discapacidad». El monarca calificó esta modificación como «un buen ejemplo de lo que podemos lograr juntos», resaltando la importancia del consenso y el diálogo en la democracia española. 

«Un pacto de convivencia se protege dialogando; ese diálogo, con altura y generosidad, que debe siempre nutrir la definición de la voluntad común y la acción del Estado. Por eso es necesario que la contienda política, legítima, pero en ocasiones atronadora, no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad. Serenidad en la esfera pública y en la vida diaria, para afrontar los proyectos colectivos o individuales y familiares, para prosperar, para cuidar y proteger a quienes más lo necesitan. La reciente reforma del artículo 49 de la Constitución, referido a las personas con discapacidad, es un buen ejemplo de lo que podemos lograr juntos. Y no podemos permitir que la discordia se convierta en un constante ruido de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía», ha subrayado el monarca.

En este sentido, cabe recordar que esta reforma fue aprobada en el Congreso de los Diputados con 312 votos a favor y 32 en contra, siendo Vox el único partido que votó en contra. La formación ultra justificó su postura argumentando que la reforma, aunque necesaria, se tramitó en un momento político inapropiado, con un gobierno «muy débil» y sometido a «los caprichos ilegales de sus socios». Además, el partido expresó su desacuerdo con la inclusión de la frase «mujeres y niñas discapacitadas», considerándola una «discriminación por sexo».

A pesar de estas objeciones, la reforma fue respaldada por la mayoría de los grupos parlamentarios, quienes la consideraron un avance en la protección y dignidad de las personas con discapacidad. Así, el respaldo del rey a esta ley, aunque implícito, resalta la importancia de construir consensos en torno a cuestiones esenciales, un mensaje que cobra relevancia en medio de la creciente polarización política.

La inmigración, ¿otro dardo de Felipe VI a Vox?

La reforma del artículo 49 no fue la única referencia en el discurso del monarca que podría interpretarse como una interpelación a Vox. Felipe VI dedicó un espacio significativo de su intervención a reflexionar sobre la inmigración, calificándola como «un fenómeno complejo y de una gran sensibilidad social». Subrayó la necesidad de abordar esta realidad desde la integración, el respeto a las leyes y la dignidad humana, pilares que, según sus palabras, deben guiar la gestión de este reto.

«El esfuerzo de integración, que corresponde a todos, el respeto –también de todos– de las leyes y normas básicas de convivencia y civismo, y el reconocimiento de la dignidad que todo ser humano merece, son los pilares que deben guiarnos a la hora de tratar la inmigración», afirmó el monarca. Además, hizo hincapié en la importancia de una cooperación sólida con socios europeos y países de origen para enfrentar este desafío, al tiempo que abogó por combatir con firmeza las redes de tráfico de personas.

Las palabras del rey contrastan con la postura que Vox ha mantenido respecto a la inmigración, donde el partido ha abogado por medidas restrictivas y un discurso centrado en la seguridad fronteriza. La insistencia del monarca en la integración y el respeto a la dignidad humana resalta una visión más inclusiva y cohesionadora, marcando un contraste con las políticas defendidas por el grupo parlamentario.

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