- Hugo Molina
- Laila Lucero
- La conexión familiar
Nahuel Molina, reconocido defensor derecho de la Selección Argentina y del Atlético de Madrid, no solo sobresale en el ámbito deportivo por su habilidad, sino también por el sólido respaldo de su familia, en particular de sus progenitores, Hugo Molina y Leila Lucero. Ambos han jugado un rol crucial en la vida y trayectoria del futbolista, acompañándolo desde sus comienzos en el fútbol hasta su desarrollo como campeón del mundo.
Hugo Molina
El padre de Nahuel, Hugo Molina, ha jugado un papel crucial en la educación del lateral derecho de la Selección Argentina. Hugo, quien es entrenador de fútbol y proviene de Embalse, Córdoba, no solo inculcó a su hijo los principios del deporte, sino que lo respaldó en cada etapa de su trayectoria profesional.
Hugo ha evidenciado ser un padre dedicado, siempre dispuesto a conversar con Nahuel acerca de sus partidos y brindarle orientación técnica. En la Copa América 2024, manifestó su seguridad en el equipo argentino, afirmando en una entrevista que poseía «enorme fe para la final». Además, admitió que no hace uso de cábalas al observar los partidos, optando por disfrutar el instante con serenidad.
La travesía de Hugo junto a Nahuel no siempre resultó sencilla. En los años iniciales de la trayectoria de su hijo, se toparon con obstáculos como la disputada salida de Boca Juniors, una situación que Hugo caracterizó como una demostración de amateurismo por parte del club. No obstante, esos obstáculos consolidaron su vínculo y aportaron al triunfo de Nahuel en Europa y con la Selección.
Laila Lucero
La madre de Nahuel Molina, Leila, ha jugado un papel crucial en la vida emocional y personal del futbolista. A pesar de que su personaje suele estar menos visible que la de Hugo, es reconocida por su respaldo constante y su papel vital en preservar la armonía familiar.
Desde Embalse, Leila siempre estuvo a su lado en los momentos más desafiantes de su trayectoria, proporcionándole el apoyo necesario para vencer dificultades y continuar su desarrollo como jugador. Su presencia en la familia ha jugado un papel crucial en la estabilidad emocional de Nahuel, un aspecto esencial para un atleta de gran rendimiento.
El impacto de Leila no se restringe a la esfera personal. De acuerdo con familiares, su confianza en las habilidades de su hijo nunca decayó, y siempre lo motivó a entregar lo mejor de sí en el terreno de juego. Este respaldo incondicional se evidenció particularmente durante el Mundial de Qatar 2022, en el que Nahuel jugó un papel crucial en el equipo argentino, incluso marcando un gol crucial en cuartos de final contra Países Bajos.
La conexión familiar
La familia Molina ha representado un manantial ininterrumpido de inspiración para Nahuel. Sus progenitores, Hugo y Leila, han jugado un papel esencial en su crecimiento, con Hugo aportando habilidades técnicas y Leila proporcionando respaldo emocional. Esta sinergia ha jugado un papel crucial en que el lateral del Atlético de Madrid logre el triunfo en su trayectoria profesional.
Pese a la lejanía, la interacción entre Nahuel y sus progenitores es continua. Desde Embalse, Hugo y Leila monitorean cada avance de su hijo, tanto en los campos españoles, en torneos internacionales como durante los entrenamientos con la Selección Nacional. Hugo ha revelado que a menudo comparten puntos de vista acerca de sus interpretaciones, un acto que evidencia el fuerte lazo que tienen.
La familia Molina también ha afrontado retos en conjunto, como la inseguridad que envuelve las primeras nominaciones de Nahuel a la Selección. No obstante, estos instantes no hicieron más que fortalecer su unidad, transformándolos en un modelo de cómo el respaldo familiar puede ser crucial para lograr grandes éxitos.