El Real Madrid, ofreciendo la que probablemente haya sido su mejor versión del curso, no dio opción alguna al Mónaco (94-72) y de esta manera cerró con sobresaliente una doble jornada semanal de la máxima competición europea de baloncesto que había arrancado con otra convincente victoria ante el París Basketball.
En el trono de la fase regular de la Euroliga donde el nivel es tan alto y se suceden los líderes; a rey muerto, rey puesto. Y a los dos de esta semana, ambos franceses, primero los parisinos y esta vez los monegascos, les ganó un conjunto blanco revolucionario que quiere dar la vuelta al poder establecido.
Lo hizo además a lo grande, recuperando el baloncesto que en años anteriores le ha hecho ganar adeptos a la causa por toda Europa. El de las transiciones rápidas; el de las defensas pegajosas bajo el aro; el del argentino Facundo Campazzo firmando pases de ciencia ficción.
Y eso que el base no salió de inicio, algo que en París el martes resultó inusual pero funcionó. También en esta ocasión, dándole un plus al equipo cuando el partido empezaba a romperse y metiéndose a la parroquia en el bolsillo para que se sumase a la fiesta.
Hasta el descanso dejó un triple, el tercero anotado en tres intentos del anfitrión en el primer cuarto, varios tiros libres, un tapón y sobre todo un repertorio de asistencias de esas que le harán inmortal, incluida una entre las piernas y sin mirar para Hugo González y otra que acabó en mate de Eli John Ndiaye tras darle continuidad Usman Garuba.
Este último fue la otra gran noticia del conjunto de casa, cada vez más entonado tras dejar atrás los problemas físicos que han marcado el inicio de su segunda etapa en el club. Un claro contraste con la situación del canadiense Xavier Rathan-Mayes, vestido de chándal por tercera vez consecutiva y que apunta a estar más fuera que dentro.
De todo ello fue espectador un Mónaco tibio, alumbrado por el brillo parpadeante de su estrella Mike James pero opacado en el resto de apartados, especialmente en el rebote; que se pasó sin anotar los cinco primeros minutos del segundo cuarto y no logró arreglar nada con un parcial posterior de 11-3 (53-35, m.20).
El Real Madrid más ‘disfrutón’ de esta temporada lo fue también en defensa, dejando a un rival de postín en solo 47 puntos a la media hora y arreglando con solidez atrás los minutos de menor anotación que tuvo en el tercer cuarto, un breve lapso que no le impidió acabar haciendo 24 en ese tramo y encarar el decisivo con 30 puntos de ventaja (77-47, m.30).
Así las cosas, lo que se vieron hasta el cierre fueron unas rotaciones que ya habían empezado antes, con Andrés Feliz acumulando los minutos que no necesita Campazzo y Hugo González echando gasolina al tanque de la experiencia en la máxima competición europea. Además pudo seguir creciendo tras su lesión el bosnio Dzanan Musa, que se fue a casa con 22 puntos y 26 dígitos de valoración.
A la espera de lo que suceda el domingo en Valencia ante otro líder, este el de la ACB, el cuadro que dirige Chus Mateo, cuya asignatura pendiente hasta el momento ha sido la falta de continuidad, camina con paso firme en una semana que puede ser de resurrección, con dos exhibiciones ante su público contra el Río Breogán y el Mónaco y un triunfo a domicilio en París.
Ficha técnica:
94 – Real Madrid (29+24+24+17): Feliz (5), Deck (12), Musa (22), Ndiaye (4), Tavares (2), -cinco inicial-, Llull (-), Garuba (9), Campazzo (12), Ibaka (5), Hezonja (13), Hugo González (2) y Abalde (8).
72 – Mónaco (22+13+12+25): James (19), Loyd (13), Brown (4), Tarpey (2), Motiejunas (12), -cinco inicial-, Blossomgame (2), Jaiteh (4), Begarin (-), Strazel (10), Papagiannis (-), Korkmaz (2), Cornelie (4).
Árbitros: Tomislav Hordov (Croacia), Rain Peerandi (Estonia) y Michele Rossi (Italia). Sin exclusiones.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 17 de la Euroliga de baloncesto disputado en el WiZink Center de Madrid ante 7.886 espectadores.