Hace dos años, la joven viguesa Antía Pinal Pena, de 19 años, cambió su ciudad de residencia por A Coruña para cumplir uno de sus sueños: estudiar arquitectura. Eso sí, siempre con Vigo como destino de retorno cada fin de semana, en vacaciones y en fiestas de guardar, como hace habitualmente cualquier universitaria gallega que elige otra urbe de su comunidad para formarse.
Pero sus estudios no se terminan en las clases de la facultad, porque otra de sus pasiones es la música. Es su otro plan, «no sé si el A o el B, porque los dos me encantan. La idea es asegurarme un futuro y, por eso, hago esta carrera que es preciosa, pero mi sueño, sueño es cantar y componer, aunque llegar a algo en ese mundo es complicado», reconoce Antía.
Ella, por si acaso, está dando los pasos en esas dos direcciones y mientras acude en horario de tarde a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la ciudad herculina, aprovecha las mañanas para regalar su voz a aquel que quiera escucharla y que transite por la Plaza de Lugo. «Suelo ir muy temprano al gimnasio, y después voy con un carrito de la compra -donde lleva sus bártulos- a esa zona para cantar; más o menos, entre las 10.30 y las 12.30 horas», explica esta artista callejera que le echó valor y superó su pánico escénico el pasado verano en Vigo.
Recuerda que fue un domingo, «y al estar las tiendas en la calle del Príncipe cerradas, se me ocurrió ir a la zona de O Castro. Al principio sentí vergüenza, y miedo, pero conseguí hacerlo». Cuando cambió la ubicación por la peatonal más comercial de la ciudad, «estuve media hora dando vueltas, sin saber muy bien dónde colocarme. Pero gracias a una amiga que me acompañó, conseguí plantarme y empecé a montar todo -amplificador, micrófono, cable, pie de micro…-. Ella me dijo: ‘Yo voy a una tienda aquí al lado, y cuando vuelva, te quiero ver ya cantando’, y así lo hice. En la primera canción estaba supernerviosa, pero después ya fue todo rodado», confiesa una Antía, convencida de su talento: «Yo creo mucho en mí».
Billie Eilish, Radiohead, Zahara, Tini…
Ya en A Coruña, cuando el tiempo y sus quéhaceres lo permiten, realiza la misma rutina cada mañana y ofrece todo un concierto, con versiones de canciones que a ella más le gustan, «pero siempre a ritmo de balada», apunta. Sea cuál sea el tempo del tema que cante, Antía lo pausa con la dulzura de su voz, dándole así su toque personal. Combina música internacional y nacional, sobre todo pop, con un repertorio en el que, por ejemplo, no falta Billie Eilish, una de sus artistas favoritas. Canciones de Zahara, como Con las ganas, o de Tini, como Pa, pasando por el clásico Creep, de Radiohead también suenan en la Plaza de Lugo casi cada día.
Hace unos días, una instagramer coruñesa que hace recomendaciones sobre su ciudad en su cuenta @disfrutarcoruna, le grabó un vídeo mientras actuaba en la calle y lo compartió con los cerca de 30.000 seguidores que atesora. El clip, que también ilustra este reportaje, lo titula «En busca de un sueño», y muestra dos extractos de los temas What was I made for, de Billie Eilish, y de 90 minutos, de India Martinez, con la voz de Antía. Una publicación que ha tenido miles de reacciones y decenas de comentarios: «Derrite corazones e ilumina la ciudad, una maravilla de voz»; «La he visto varias veces y canta muy bonito, ojalá tenga suerte».
Esas dos horas al día que actúa en la calle, lo son todo para esta artista emergente, no solo por lo mucho que le gusta lo que hace, si no por la respuesta que recibe de su público. Ella coloca una cesta a sus pies, con sus perfiles de Instagram y Youtube escritos en un cartel, y al final del concierto recoge su recompensa. «Me suelen echar monedas, la mayoría de un euro, y en alguna ocasión también billetes. Otros se acercan con un café o una bolsa de pasteles, y muchos reaccionan con un ‘me has alegrado el día’, ‘qué bien lo haces‘, o simplemente se ponen a llorar mientras escuchan», describe esta joven viguesa que agradece esos comentarios, «y me hacen superfeliz». Reconoce que también los hay que se acercan para decirle impertinencias al oído, o le escriben privados de mal gusto por Instagram, «pero yo paso, me quedo con los que disfrutan con la actuación, como ese señor ciego que viene cada día, echa un euro a la bandeja y se sienta en un banco a escucharme cantar».
La joven viguesa también compone sus propios temas, en ocasiones con bases conocidas, y en otras, con melodías propias. «Aprendí a tocar la guitarra de manera autodidacta hace un par de años, y después me apunté a un curso de piano con un profesor online, así que, con esos instrumentos creo algunas músicas, aunque de momento no me atrevo a actuar con la guitarra en la calle», matiza Antía, que cada viernes también va a clases de canto en Vigo. Ya tiene «unos cinco temas» propios, que dedicó a sus personas más allegadas, como la canción que le regaló a su madre por su cumpleaños, otra, a la persona con la que vivió una historia de amor, y quizá la más especial: la que recuerda a su hermana Uxía, tras fallecer de manera repentina.
Esa composición, que versiona el tema de Billie Eilish ‘The 30th’, la subió el pasado mes de junio a su cuenta de YouTube: «Es una canción en español que titulo ‘The 13th’, que fue el día que murió», explica Antía, que a la publicación del tema en la plataforma de vídeos, añadió un comentario con este mensaje: «La quería dejar por Youtube por si a alguien le llega y le hace ver que la vida son dos días, y que disfrute mucho de la gente que tiene a su alrededor. Te quiero Uxi y te echo muchísimo de menos».
OT, su próximo reto
Atras anunciarse que en 2025 habrá una nueva edición de Operación Triunfo, Antía se prepara para el casting. Quiere entrar en la academia que dirige Noemí Galera, algo que intentó en la anterior edición, presentándose a las pruebas que se celebraron en Santiago. «Cuando canté la primera canción, me pidieron que interpretase otra, y ahí me equivoqué, porque seguí con el mismo registro. No era la más adecuada», reconoce.
No se conformó y también acudió con su familia al casting de Valencia, «pero durante el viaje me quedé sin voz, y no pude hacer la prueba», desvela resignada. «Yo soy de las que pienso que las cosas pasan por algo», dando a entender que ese no era su momento. Quizá lo sea este próximo año: «¡Ojalá!», responde.