Más del 60% de los transportistas españoles se oponen a la legalización de los camiones de 44 toneladas. La tendencia irrefrenable en Europa de incrementar el tamaño de los vehículos de transporte, sean megacamiones, articulados o de otro tipo, llegará a España el próximo año. El objetivo es reducir las emisiones contaminantes e impulsar el cambio del parque de vehículos. Pero el sector del transporte está disgustado con el horizonte que se dibuja. La patronal del transporte Fenadismer y la multinacional Continental han presentado el resultado de una encuesta que pone de manifiesto las inseguridades de un sector agobiado por los cambios y con escasa capacidad de inversión. Según este estudio, la práctica totalidad de los transportistas reconocen tener dificultades para contratar nuevos conductores, solo un 11% lo considera fácil. Pese al gran desconocimiento del marco legal en preparación, queda claro que los profesionales consideran que el anunciado aumento de carga a las 44 toneladas es percibido de manera negativa, donde más de un 30% considera que esta medida les obligará a abandonar su actividad.
El problema generado por el aumento de la capacidad de los camiones es económico y de viabilidad comercial. Aunque tradicionalmente se explica que los camiones más grandes son más rentables, los profesionales tienden a opinar lo contrario. El 41% de los encuestados en el estudio no se ven capaces de obtener un mayor precio por sus servicios con los nuevos vehículos. Además, se ponen de manifiesto las dificultades de prácticamente la totalidad del sector para la contratación de nuevos conductores capaces de asumir la responsabilidad de conducir estos megavehículos.
Los nuevos vehículos
Después de una década de discusiones, la Dirección General de Tráfico ha iniciado la tramitación de la normativa que permitirá modificar el reglamento general de vehículos en 2025, sobre todo en lo relativo a la autorización de nuevos pesos y medidas de los camiones. La nueva normativa aprobaría el uso de los conjuntos euro modulares, incluyendo los Eco Combi o Duo Tráiler de 32 metros de longitud y 72 toneladas de MMA (masa máxima autorizada), la ampliación de la altura máxima permitida a 4,5 metros para determinados tipos de transporte (transporte de paja, animales vivos y suministro de proveedores a industrias en distancias inferiores a 50 kilómetros), y la ampliación del actual tonelaje de los vehículos articulados hasta las 44 toneladas para el transporte de mercancías por carretera, aumentando en consecuencia la capacidad de carga de dichos vehículos.
Este cambio supone aumentar la capacidad de carga de estos camiones en un 16%, una cuantía muy importante. Se autorizará de manera automática el transporte internacional de vehículos con 44 toneladas entre todos los estados miembros que lo permitan, la mayoría y todos los fronterizos con España.
Control de emisiones
En paralelo, la nueva normativa Euro 7 establecerá en Europa límites más estrictos para las emisiones de gases contaminantes de todos vehículos equipados con motor de combustión, pero lo cierto es que el 22% de los transportistas reconocen que desconocen la normativa. Del mismo modo, 1 de cada 3 conductores señala que no sabe que en algunos países de la UE ya se están midiendo las emisiones de CO2 de algunos vehículos y que esta información afectará al importe de los peajes. En el estudio de Fenadismer reconocen que ese desconocimiento puede deberse a la diferencia que existe entre aquellos transportistas que operan a nivel nacional, frente a los que trabajan de forma internacional y que están más familiarizados con las normativas de otros países de la unión.
En empleabilidad, la situación también es crítica, y es que apenas un 11% califica como sencillo la búsqueda y contratación de conductores. Las soluciones mejor consideradas para paliar la escasez de trabajadores son mejorar las condiciones laborales (70% vs 75% en 2023), implantar modelos logísticos más eficientes y operativos (60% vs 68%) y adelantar la edad de jubilación a los 60 años (56% vs 65% en 2023).
Sin conductores
La competencia de conductores llegados de otros países y continentes es un problema serio para el sector. La falta de nuevos conductores, en este caso españoles, se está afrontando con la contratación de ciudadanos extranjeros, ya que en un 25% de las empresas de transporte reconocen que hay una presencia destacada de conductores procedentes de otros países.
La herramienta obligatoria VECTO, de simulación por ordenador, y desarrollada por la Comisión Europea para asegurar que se cumplen los objetivos de reducción de las emisiones de CO2, y que actualmente es solo para vehículos a motor, es desconocida para el 72% de los conductores. Aunque es importante destacar que los remolques y semirremolques pesados deben de contar con un certificado de eficiencia desde julio de 2024 y, desde el 1 de enero de 2024, los fabricantes de semirremolques están obligados a incluir esta información en los nuevos vehículos.
Esta situación de desconocimiento generalizado se hace todavía más patente con el Reglamento 117, una nueva normativa que exige que todos los neumáticos de nueva homologación en Europa sean sometidos a pruebas de rendimiento en condiciones de desgaste, especialmente en situaciones de frenado en mojado, y de la que no saben nada 2 de cada 3 transportistas. La mitad de los transportistas declara haber sufrido un robo en los últimos 5 años, además señalan, en más de un 71%, que no consideran que haya aparcamientos seguros ni en España ni en Europa.