El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha defendido que la reducción de jornada laboral a 37,5 horas semanales debe tener una entrada en vigor «suave«, «gradual» y ha recalcado la importancia de «acompañar a las empresas». El Gobierno ultima su anteproyecto de ley para disminuir el tiempo máximo de trabajo y el contenido del mismo está generando diferencias entre los socios, antes de que de el salto al Congreso, donde no tiene asegurada la mayoría.
Si este pasado martes la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, insistía tras el Consejo de Ministros en que a 31 de diciembre de 2025 todos los asalariados en España tendrían una jornada máxima de 37,5 horas (hoy es de 40 horas), este miércoles Cuerpo se abría a posponer la plena vigencia de la norma en aras de armar las mayorías necesarias en la cámara catalana para que la ley prospere.
«Nosotros esperamos tener aprobada esta reforma antes de que finalice el 2025, […] dependerá de ser capaces de llegar a un acuerdo con el resto de fuerzas políticas y por eso cuanto más equilibrada sea la propuesta, mayores posibilidades que la acordemos», ha respondido Cuerpo en una entrevista en ‘La Sexta’ al ser preguntado directamente si su plazo de entrada en vigor de la norma era el mismo que defendía la ministra de Trabajo. El titular de Economía ha rehuido contradecir explícitamente a la líder de Sumar, si bien ha insistido en elementos como la «gradualidad» de la medida, el «acompañamiento» a las empresas y plantear una norma «equilibrada» para compañías y trabajadores.
«Lo que queremos es que se avance en la reducción de la jornada media. […] Luego haya un cierto margen dentro de la negociación colectiva, dentro de esos convenios, que además son específicos por sectores, donde hay esa flexibilidad para que se pueda avanzar también en esa adquisición de derechos y hacerlo personalizado para cada uno de los sectores. No es lo mismo la construcción, que el sector agrícola o la industria. Tenemos que dar ese margen a la negociación colectiva», ha insitido Cuerpo.
Los desencuentros entre Economía y Trabajo han sido constantes desde que la coalición echó a andar y ahora se extienden a la reducción de jornada. No es la primera vez que los socios divergen en esta cuestión y Cuerpo ya ha insistido en anteriores ocasiones en dar ese mayor margen a las compañías. De hecho, este pasado julio, cuando Trabajo consideraba que no existía más margen para acordar con la patronal la norma, desde Moncloa se forzó el alargar las negociaciones. Sin que ello cambiara el resultado, ya que la CEOE se mantuvo coherente, siguió defendiendo que el mero planteamiento de la norma era una intrusión en la autonomía de la negociación colectiva y dijó ‘no’ a Trabajo.
A mediados de noviembre, Díaz finiquitó las negociaciones en el seno del diálogo social y desde entonces pugna en el seno del Gobierno para perfilar un texto que remitir al Congreso. La idea inicial de Trabajo era llevar el anteproyecto de ley a un Consejo de Ministros antes de que acabe el año, si bien ello, por tiempos, ya no será presumiblemente posible y este no irá al cónclave del lunes que viene, que es el último de 2025. Sí escenificará Díaz su entente con los sindicatos en un acto que están preparando para este viernes.
Ayudas a las empresas
Cuerpo, en su entrevista en La Sexta, ha insistido en ese concepto de «acompañar» a las empresas. Algo que Trabajo, mientras todavía negociaba con la patronal, introdujo en su propuesta vía ayudas monetarias a las microempresas. Ahora, una vez la CEOE se ha descolgado del acuerdo, desde el Ministerio son partidarios de no incluir ese elemento en el anteproyecto de ley y dejarlo para la posterior negociación con los partidos en el Congreso.
Trabajo cifró en más de 350 millones de euros las ayudas a las microempresas que le ofreció a la CEOE y este elemento está por ver si acaba apareciendo en el anteproyecto de ley que presente el Gobierno. Para que la norma prospere será imprescindible o bien que el PP se abstenga o que Junts vote favorablemente. Ambas formaciones todavía no han avanzado cual será su voto.