Los precios de la electricidad se han disparado en las últimas semanas. Aupado por las cotizaciones al alza del gas natural y de los derechos de emisión de CO2, e impulsado por la menor aportación de la producción de las energías renovables, el mercado mayorista de la electricidad -en el que energéticas y traders compran y venden la energía que se consumirá al día siguiente- se ha apuntado a una escalada en la parte final del año.
Y, sin embargo, 2024 va a cerrar como el ejercicio con la electricidad más barata desde el año negro de la pandemia de covid y va a dejar atrás los picos históricos registrados durante la crisis energética. El mercado eléctrico español cerrará este año con un precio medio en el entorno de los 62,5 euros por megavatio hora (MWh), según las estimaciones que maneja Francisco Valverde, analista independiente y experto con amplia experiencia en el sector. Actualmente el precio medio anual en lo que va de año se sitúa en 61 euros, pero es previsible que el mercado siga al alza en las dos semanas hasta Nochevieja.
Se trata de la cotización media anual más baja desde los 33,96 euros por MWh de 2020 con el arranque de la pandemia y en pleno parón económico. Y se sitúa muy por debajo de los casi 112 euros por MWh de 2021, los 167,5 euros de 2022 y también de los más de 87 euros de 2023, cuando los estragos de la crisis energética ya se fueron apaciguando, según los registros del Sistema de Información del Operador del Sistema Eléctrico (Esios) de Red Eléctrica.
El precio medio del mercado mayorista eléctrico bajará en el conjunto del año frente a los máximos alcanzados durante la crisis y se situará ligeramente por encima de los cerca de 50 euros por MWh que venía marcado tradicionalmente en los ejercicios previos hasta el hundimiento por el frenazo económico registrado en los albores de la pandemia.
Cientos de horas con precios de derribo
Esa media anual, sin embargo, esconde enormes vaivenes de volatilidad, de los entre 100 y 150 euros por MWh que se vienen registrando de manera relativamente sostenible en las últimas semanas y en otros momentos del año a los precios históricamente bajos durante varias fases del año, con cientos de horas con horas a cero euros y por primera vez también con precios negativos. Un derrumbe de los precios motivado por la enorme producción combinada de las energías renovables (con picos temporales de generación de hidroeléctricas, eólica y solar).
El mercado mayorista de la electricidad, también conocido como pool, marca precios diferentes para cada hora del día y durante este ejercicio se han disparado el número de horas con precio nulo o directamente por debajo de cero, hasta rozar las 800 horas con precio de derribo en el conjunto de 2024. Durante el ejercicio se han registrado un total de 547 horas a cero euros y otras 247 horas más con precios negativos, hasta un total de 794 horas con precio nulo o en rojo, según los registros del Operador del Mercado Ibérico de la Energía (OMIE) y de Red Eléctrica de España (REE), el gestor del sistema eléctrico.
El desplome de precios se ha convertido en un fenómeno histórico. En 2023 se registraron 109 horas con cotización de cero y fueron sólo cuatro las horas a precio nulo en 2022, concentrándose todas en la madrugada de la víspera de Nochevieja. Hasta entonces, y durante casi una década no se había registrado ni una sola hora a precio cero en el mercado español. Para encontrar anteriores desplomes del mercado eléctrico hasta marcar cero euros habría que retrotraerse hasta el ejercicio 2014, cuando fueron 177 horas en total durante todo el ejercicio.
Alerta en el sector
El mercado de la electricidad fija los precios cada hora mediante un sistema marginalista, que hace que la última y más cara tecnología necesaria para cubrir la demanda marque el precio de todas las demás. Pero durante meses se han registrado momentos en que la competencia feroz por no quedarse fuera del mercado ha empujado a muchas plantas de producción a ofrecer precios de derribo, e incluso ha hecho a momentos que muchas plantas tanto renovables, como algunas nucleares y plantas de gas dejen de de producir.
El derrumbe de precios supone una buena noticia para millones de consumidores a través de su factura de luz (singularmente los pequeños clientes con tarifa regulada y los grandes consumidores que acuden directamente al mercado), pero también ha puesto en alerta a compañías del sector eléctrico por las distorsiones que está generando en la producción eléctrica y por el impacto sobre las inversiones futuras en nuevas renovables por las dudas sobre su rentabilidad. Desde el sector eléctrico, y específicamente desde el renovable, se alerta del impacto en el negocio de esta ‘canibalización’ de los precios eléctricos, ya que puede poner en peligro la viabilidad de las plantas verdes -actuales y futuras- y puede frenar nuevos desarrollos por la falta de incentivos y la incertidumbre.
Las compañías energéticas también advierten de los desplomes hasta cero euros del mercado representan una señal de alarma sobre algunas carencias del sistema, dado que si hubiese capacidad de almacenamiento suficiente -baterías- o mayor interconexión con el resto de Europa podría evacuarse o guardarse parte de la producción para momentos del día con menos generación y así evitar vaivenes bruscos de precio. Y desde el sector se subraya especialmente la imperiosa necesidad de impulsar la electrificación de la economía, ampliando el uso de electricidad a nuevos sectores económicos y a más actividades, para elevar una demanda que no remonta y como vía para impulsar la descarbonización.