En apenas quince días y ante el asombro generalizado, un conglomerado de fuerzas rebeldes sirias dirigidas por Hayat Tahrir al-Sham (HTS) con respaldo turco encubierto han acabado con la sangrienta dictadura familiar y alawita de los Assad, que ha durado 74 años y que desde el comienzo de la Primavera Árabe en 2011 ha utilizado armas químicas contra su propio pueblo, con resultado de 580.000 muertos y millones de desplazados y refugiados. Su caída ha sido recibida en el mundo con una satisfacción atemperada por las incertidumbres que la acompañan.
Los rebeldes han aprovechado la incapacidad de rusos e iraníes, los grandes valedores del régimen sirio, que están uno ocupado en Ucrania y el otro debilitado tras los golpes sufridos por sus aliados Hizbolá y Hamas. Sin su apoyo el Ejército sirio, incluidas sus unidades de élite, se ha deshecho ante el avance islamista. La derrota ha sido total y su rapidez ha sorprendido al mundo entero. Recuerda la rápida ofensiva final de los talibanes.
Los perdedores, aparte de los Assad, han sido Rusia e Irán. La primera puede perder la base naval de Tartus, la única que posee en el Mediterráneo, y la aérea de Hmeimin, que juntas eran su gran baza en Oriente Medio. Por su parte Irán pierde el corredor terrestre que le permitía armar a Hizbolá que queda aún más debilitada. Un ganador inmediato es Turquía, que se libra del odiado Bachar al-Assad y que también desea librarse de los casi 4 millones de refugiados sirios que tiene dentro de sus fronteras. Otro millón está en Líbano.
El triunfador es Mohamed al-Shara, conocido por su nombre de guerra Abu Mohamed al-Jolani (del Golán) nacido en Arabia Saudita de padres sirios exiliados, que pasó por Al Qaeda y una cárcel americana en Irak antes de unirse a su franquiciasiria al-Nusra, de la que también se separó para entrar en HTS. Su ideología es conservadora islamista sunnita y aunque es considerado un grupo terrorista por los EEUU lo cierto es que en Idlib, donde gobernaba, no ha prohibido la música o fumar, ni tampoco ha obligado a llevar velo a las mujeres. Al-Jolani parece ser un hombre pragmático (o se ha puesto piel de cordero) y dice cosas como que “no se pueden imponer tus ideas a otros”, o que quiere “una Siria libre e independiente para todos los sirios y todas las sectas”. También dice estar en contra de “un lugar donde un único dirigente tome decisiones arbitrarias”. Ojalá lo cumpla.
Ojalá sea cierto porque en este momento hay grandes dudas sobre lo que puede ocurrir en Siria:
1- ¿Podrá HTS mantener sus conquistas y gobernar el país?
2- ¿Surgirán conflictos entre los grupos que solo se han unido para derrocar al régimen de Bachar al-Assad?
3- ¿Se convertirá Siria en un Estado fallido o terrorista?
4- ¿Se mantendrá la integridad territorial de Siria o los kurdos querrán aprovechar para separar su propio Estado que llaman Rojava? Y si lo hacen, ¿Cómo responderá Turquía?
5- ¿Devolverá Turquía la franja de territorio sirio que ahora ocupa con el pretexto de defenderse de organizaciones kurdas
que considera terroristas? No parece probable.
6- Se puede producir un vacío que trate de ocupar el Estado Islámico aprovechando el caos. Para evitarlo, Estados Unidos bombardea estos días sus bases en el sureste sirio.
7- ¿Qué se hará con los depósitos de armas químicas que tenía el régimen ahora derribado? ¿Sabemos dónde están?
8- Las primeras declaraciones de Mohamed al-Jolani parecen esperanzadoras pero tiene que demostrarlas con hechos. ¿Tratará de hacer algo parecido a una democracia?
9- ¿Cómo tratará el nuevo régimen a las minorías: cristianos, drusos, judíos, alawitas…? que hasta ahora habían apoyado al régimen de los Assad por miedo a lo que pudiera venir.
10- ¿Se comportará HTS como Ennahda en Túnez, pactando con los laicos? En Túnez el experimento falló pero no por culpa de los islamistas moderados.
11- Los ejemplos de Libia, Egipto, Irak, Afganistán… muestran que en Oriente Medio las tiranías derrocadas no suelen ser
sucedidas por regímenes democráticos.
12- Se desconoce la actitud que los nuevos gobernantes tomarán sobre Israel, que puede ganar o perder con este cambio. De entrada Israel ha ocupado más territorio en Siria.
13- ¿Podrán los rusos mantener bases en Siria? No parece probable porque desde ellas han bombardeado a los rebeldes ahora victoriosos, pero nunca se sabe. En todo caso, Rusia es la segunda gran derrotada después del propio régimen sirio. Su prestigio sufre otro duro golpe tras el sufrido en la guerra Armenia-Azerbaiyán. Además ha perdido 20.000 millones de dólares en inversiones. ¿Responderá de alguna manera?
14- Un Irán cada vez más debilitado (ha perdido Hizbolá, Hamas y Siria). ¿Optará por la negociación o por la bomba?
15- Sin conexión terrestre directa entre Irán y Líbano, Irán no podrá enviar armas a Hizbolá, que quedará solo y aislado. ¿Aprovechará el Ejército Libanés esta debilidad para asestar un golpe mortal a sus milicias? ¿O lo hará Israel?
16- Faltan apenas seis semanas para el inicio de la presidencia de Donald Trump, que ya ha dicho que esta guerra no es
asunto de Estados Unidos, que no debe inmiscuirse. ¿Se lo permitirá la evolución de la situación? En Siria hay ahora 900
soldados norteamericanos que luchan contra el Estado Islámico. ¿Se retirarán?
17- HTS es considerado un grupo terrorista tanto por la ONU como por EEUU y sin embargo habrá que hablar con ellos. ¿Cómo hacerlo?
Son más preguntas que respuestas. De lo que no cabe duda es que profundos cambios tienen lugar en Oriente Medio estos días. Ojalá el futuro sea mejor y eso no es difícil.