El proyecto NDAA 2025 ordena evaluar la viabilidad de permitir barbas en tropas, mientras bloquea retiros de aviones clave como F-15E y F-22.
El Congreso aprueba la NDAA 2025 con cambios importantes
Los aviadores subalternos y los guardianes de la Fuerza Aérea recibirán un significativo aumento salarial, mientras que el Congreso mantiene discusiones sobre otros temas, como el uso de barbas en las tropas. Los legisladores han dejado claro que no retirarán ningún caza F-15E ni F-22, decisiones contenidas en el proyecto de ley de compromiso de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) 2025, publicado el pasado 7 de diciembre.
El proyecto de ley, compuesto por 1.800 páginas, establece las políticas del Pentágono para el próximo año. La Cámara de Representantes y el Senado habían aprobado versiones independientes del NDAA en junio, cada una con medidas únicas para la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial. Sin embargo, este nuevo documento consolidado está diseñado para ser aprobado con pocas o ninguna modificación en las próximas semanas.
Uno de los impactos más destacados será el incremento salarial de los miembros del servicio. La legislación autoriza un aumento general del 4,5 % para todos los militares a partir del 1 de enero de 2025, además de un 10 % adicional para los alistados subalternos de grado E-4, que entrará en vigor el 1 de abril.
Este ajuste representa el tercer aumento anual consecutivo de más del 4 % y marca la primera vez en décadas que se otorga un incremento dirigido a rangos específicos. Sin embargo, no cumple con el 19,5 % sugerido previamente por algunos legisladores, ya que la medida más ambiciosa habría tenido un costo de más de 24 mil millones de dólares en los próximos cinco años, frente a los 18 mil millones que costará el aumento actual.
Impactos clave del NDAA 2025 en la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial
- Se autoriza un aumento salarial general del 4,5 % para todos los miembros del servicio.
- Los alistados de grado E-4 recibirán un incremento adicional del 10 %.
- No se retirarán cazas F-15E ni F-22, pese a propuestas previas.
- El Congreso considera permitir a las tropas dejarse crecer la barba.
- La financiación del aumento salarial depende aún del proyecto de asignaciones de defensa.
El aumento salarial supera las objeciones de la Casa Blanca
La Casa Blanca había expresado su oposición al aumento salarial previsto, argumentando que los cambios propuestos no se alineaban con las recomendaciones de la Revisión Cuatrienal del Pentágono sobre la Compensación Militar. A pesar de ello, el amplio apoyo bipartidista en el Congreso permitió que la medida avanzara.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la propuesta original del 19,5 % habría sido más costosa, mientras que el aumento autorizado de 14,5 % tendrá un impacto presupuestario menor. En el año fiscal 2025, este ajuste representará un gasto de 1.600 millones de dólares.
La financiación de estos aumentos aún está condicionada a la aprobación del proyecto de ley de asignaciones de defensa, que sigue pendiente en el Congreso. No obstante, se espera que el proceso legislativo avance sin mayores obstáculos.
El aumento salarial no solo beneficia a los miembros en servicio activo, sino que también destaca el compromiso del Congreso con la mejora de la calidad de vida de los militares, particularmente de aquellos en rangos más bajos.
Decisiones sobre equipos y políticas para las tropas
Además del tema salarial, los legisladores rechazaron de manera contundente cualquier propuesta para retirar cazas F-15E o F-22. Esta decisión refleja la importancia estratégica que estos aviones tienen en la defensa nacional, a pesar de los debates sobre la modernización de equipos.
Por otro lado, el Congreso ha pedido un estudio sobre la posibilidad de permitir a las tropas dejarse crecer la barba, un tema que ha generado interés entre los militares y que podría marcar un cambio en las regulaciones personales dentro de las fuerzas armadas.
El impacto combinado de estas decisiones refuerza el compromiso legislativo con el mantenimiento de una fuerza militar efectiva y con políticas adaptadas a las necesidades actuales de los militares.
Perspectivas futuras del proyecto de ley de defensa
El proyecto de NDAA 2025 no solo establece nuevas políticas, sino que también subraya la importancia de mantener un equilibrio entre las demandas presupuestarias y las necesidades operativas de las fuerzas armadas. Con el fuerte apoyo bipartidista que ha recibido, es altamente probable que sea aprobado en las próximas semanas.
La implementación de estas medidas dependerá en última instancia de la aprobación del presupuesto de defensa, un proceso que aún no ha concluido. Sin embargo, la sólida base legislativa de la NDAA sugiere que las prioridades clave del Congreso para las fuerzas armadas se mantendrán intactas.
El Congreso analiza el impacto de permitir barbas en las tropas
Una propuesta de la Cámara de Representantes para establecer un programa piloto de tres años que autorizara a aviadores y guardianes a dejarse crecer la barba no fue incluida en la versión final de la NDAA 2025. Sin embargo, el proyecto de ley exige al secretario de la Fuerza Aérea que presente un informe sobre “la viabilidad y conveniencia” de implementar un programa similar. Este informe deberá estar listo antes del 1 de abril.
El Congreso solicita que el secretario responda a preguntas específicas en el informe, como si las barbas afectarían los sellos herméticos de las máscaras de gas y otros equipos, o si su uso tendría un impacto en la disciplina, la moral o la unidad dentro de las fuerzas. También se busca determinar si las barbas podrían mejorar la inclusión, especialmente para quienes sufren quemaduras por afeitado o por razones religiosas, y si existen soluciones para mitigar prejuicios sobre el vello facial en las tropas.
Además de este tema, el Congreso dio un paso más hacia la modernización del reclutamiento en la Fuerza Aérea al eliminar el requisito de un año de servicio activo para que los civiles puedan acceder directamente a la Escuela de Formación de Suboficiales.
Temas clave del informe solicitado sobre las barbas
- Impacto en los sellos herméticos de máscaras y equipos.
- Potenciales efectos en la disciplina, la moral y la unidad.
- Posibilidad de mayor inclusión por razones médicas o religiosas.
- Soluciones para reducir prejuicios o percepciones negativas.
El gasto en defensa aumenta ligeramente en el proyecto de ley
El proyecto NDAA 2025 autoriza un gasto total 1 % mayor que el año anterior, cumpliendo con los límites establecidos en la Ley de Responsabilidad Fiscal acordada en 2023 entre la Casa Blanca y los republicanos. Sin embargo, los legisladores difirieron del presidente en varios detalles.
Por ejemplo, la NDAA incluye la compra de seis F-15EX adicionales, sumando un total de 24 aviones frente a los 18 propuestos en el presupuesto del presidente. Este incremento fue impulsado por la inclusión de estos aviones en la lista de prioridades no financiadas de la Guardia Nacional. También se aprobaron fondos para dos aviones de carga C-130J, un avión de esquí LC-130 y dos aviones de transporte C-40, sumando un costo total de 1.200 millones de dólares. Para financiar parcialmente estos aviones, el Congreso recortó 500 millones de dólares en los programas de los F-35 y KC-46, justificando la medida por “crecimiento excesivo de los costes” en dichos programas.
Adicionalmente, el Congreso limitó las entregas del F-35 hasta que el Pentágono presente planes correctivos y nuevas estrategias de adquisición que mejoren su sistema de pruebas.
Aeronaves adicionales autorizadas en el proyecto de ley
- 6 aviones de combate F-15EX.
- 2 aviones de carga C-130J.
- 1 avión de esquí LC-130 para lugares nevados.
- 2 aviones C-40 para transporte de líderes.
Restricciones y recortes en la flota de aeronaves
El proyecto de ley permite a la Fuerza Aérea retirar 56 aviones A-10, como había solicitado, pero bloquea otras reducciones en su flota de combate. En el caso de los F-22 del Bloque 20, cuya modernización la Fuerza Aérea considera demasiado costosa, el Congreso no autorizó fondos adicionales, obligando a que los recursos provengan de otras partidas presupuestarias.
De manera similar, se bloqueó el retiro de cualquier F-15E y se extendió esta restricción hasta el año fiscal 2027, justificando la decisión con una asignación de 126 millones de dólares para aliviar los costos asociados. La Fuerza Aérea había argumentado que reducir la flota de F-15E con motores más antiguos permitiría concentrar los recursos en la modernización del resto de los aviones.
Por otro lado, se permitió el retiro de 36 F-15C y 3 F-16, lo que refleja un enfoque más selectivo en la gestión de la flota de aeronaves. A pesar de estos ajustes, críticos señalan que la Fuerza Aérea ya enfrenta desafíos por ser la más pequeña de su historia, lo que genera preocupación por la reducción de capacidades.
Perspectivas sobre la modernización y los retos presupuestarios
El debate sobre el equilibrio entre modernización y costos quedó plasmado en las restricciones y adiciones autorizadas por el Congreso en la NDAA 2025. Mientras la Fuerza Aérea busca avanzar en la renovación de su flota, enfrenta limitaciones presupuestarias y cuestionamientos sobre la retirada de aviones considerados clave para la defensa nacional.
Con decisiones como el bloqueo al retiro de los F-15E y el aumento en el número de F-15EX, la NDAA subraya la necesidad de mantener una flota adecuada para enfrentar desafíos actuales. No obstante, el Congreso continúa exigiendo mayor claridad en los planes del Pentágono para mitigar el crecimiento de costos en proyectos clave como el F-35.
