Los trabajadores de la Modular Logística Valenciana, empresa de automoción perteneciente al Grupo Ilunion, denuncian la «situación dramática» en las que se ven obligados a trabajar. Algunos de los 880 miembros de la plantilla llevan cinco años en ERTE, y los sueldos apenas llegan al salario mínimo interprofesional. Estos son solo algunos de los problemas que sufren de parte de una compañía que cobra millones de euros en subvenciones, de las cuales «no llega ni un céntimo a los trabajadores». Un ejemplo más de caso de explotación laboral en el seno de Ilunion.

Ilunion, lamentan algunos empleados, incluso mantuvo a sus trabajadores «trabajando hasta las 22 horas» el pasado 29 de octubre, día en que la DANA arrasó la provincia de Valencia. Esto causó que uno de los profesionales de la planta que se sitúa en el polígono Juan Carlos I de Almussafes perdiese la vida volviendo a su casa, como confirma a ElPlural.com Rodrigo José Domingo Ferrando, su compañero en la MLV. La alarma enviada por la Generalitat a la población sonó a las 20:12 horas, y la ley exige que, en ese caso, las empresas terminen su actividad y eviten poner en riesgo a sus empleados.

A pesar de la advertencia, que llegó cuando la situación ya estaba descontrolada, Ilunion esperó dos horas más para permitir a los empleados marcharse. Una decisión que resultó fatal para este trabajador, que fue sorprendido por la riada tratando de salir de Almussafes, uno de los municipios más afectados de la Ribera Baja valenciana. Sus compañeros de la MLV, cuenta Rodrigo, no se han quedado de brazos cruzados. De manera anónima, se ha presentado una demanda contra la empresa en el buzón del ministerio de Trabajo, dado que el comité de empresa «no hizo nada«, lamenta. Por el momento, desde Ilunion han dado respuesta alguna.

El comité de empresa de Ilunion, presidido por un concejal de Vox, «está a su servicio»

Este es solo un ejemplo, apunta este mismo empleado, de la praxis del comité de empresa de la MLV, a la que acusa de estar «comprado» y «al servicio de la empresa«. Buena muestra de su dudosa ética, afirma, es el hecho de que este organismo de representación sindical esté presidido por Jorge Rodil, concejal de Vox en Algemesí. Desde la sección sindical han iniciado una recogida de firmas para acabar con el hecho de que este cargo esté en manos de «alguien que no cree en el movimiento obrero«. Pero la situación de los empleados de esta planta, que fabrica componentes para automotrices como Ford, no se queda ahí.

Esta filial de Ilunion tiene «una obsesión con las subvenciones«, que llega al punto de «incentivar las bajas laborales«. En esos casos, que muchos trabajadores fuerzan para asegurarse una remuneración de entre 900 y 1.000 euros, la empresa paga el 75% del sueldo, cuando el convenio exige que paguen el 100%. La problemática adquiere mayor dimensión debido a que son alrededor de 250 los trabajadores que están de baja, un 30% de la plantilla. Tan solo uno de los que denunció consiguió que le abonaran la totalidad del salario durante su baja, algo que logró gracias a una sentencia judicial. 

La MLV ha recibido millones de euros en subvenciones, tanto autonómicas como estatales. Entre ellas, este trabajador denuncia la que abonó en 2023 LABORA, el Servicio Valenciano de Empleo y Formación dependiente de la consellería de Empleo, por valor de 3.520.987,36 euros. El concepto de esta fue el de «mantener el empleo» de las personas con discapacidad que trabajan allí, algo que están haciendo los propios empleados «con nuestro paro», denuncia Rodrigo. Esto es debido a que la empresa mantiene a algunos trabajadores en ERTE desde hace cinco años para «evitar el excedente de trabajadores». A esta subvención se suma la que reciben del Estado por cada trabajador, que oscila los 5.700 euros por cada hombre y 6.000 por cada mujer. De todo este dinero, «no llega un solo céntimo a los trabajadores», lamenta este empleado.

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