Más de siete años después, Cristian Toro volverá a sentarse en el banquillo de Mestalla para dirigir al Valencia CF Femenino. De aquel equipo ya no queda nada: ni la ambición, ni los objetivos, ni la calidad, pero el preparador argentino ha aceptado el reto de regresar para tratar de salvar al equipo al que llevó en su momento a las mayores cotas de su historia. De ser la alternativa y luchar por los puestos de arriba a meterse de lleno en el fango para sacar al equipo del farolillo rojo de la tabla, el técnico buscará dotar a su combinado del carácter necesario para revelarse y también de los tintes tácticos que pretenda implantar. En su primera parada, contra el Espanyol, perdió y la segunda es el parido más difícil del mundo, ya que se mide a un FC Barcelona que gana literalmente todos los partidos y que está a años luz del resto de equipos de LaLiga.
Las posibilidades de puntuar son mínimas teniendo en cuenta precedentes, dinámicas y estadísticas, pero Toro va a buscar pulsar una serie de teclas para mejorar el nivel competitivo de las suyas de cara al futuro inmediato en el que la necesidad de sumar puntos es acuciante porque el equipo es colista a seis de la salvación y con solo dos en su casillero en la jornada 11, otro gran reflejo de la nefasta gestión del club por parte de Meriton Holdings y sus gestores en Valencia.
En esta línea de buscar mejorías en el juego para construir un equipo que acabe dando guerra en la lucha por la permanencia, Toro se expresó en los micrófonos de los medios del club: «El foco no puede ser solo el resultado porque vamos a jugar, quizás, con el mejor equipo del mundo en muchas cosas. Tenemos que centrarnos en que de todo se aprende», expuso el preparador argentino, que ve en el retorno al Coliseo de la Avenida de Suecia una gran oportunidad para recibir impulso para luchar por el objetivo: «Mestalla tiene que ser una motivación, sentir que el foco es seguir mejorando y enfrentarse a las mejores te lleva a situaciones más limite que seguramente se saquen aprendizajes y situaciones para seguir creciendo. Quiero ver a un Valencia comprometido en los esfuerzos, que compita, que trabaje cada acción queriendo mejorar y las lecturas tienen que ser de aprendizaje y trabajo», señaló.
El estilo de Toro en su anterior etapa se basó en la energía, el dinamismo y la valentía a la hora de presionar. Un cóctel que desembocó en un auténtico vendaval de fútbol que se llevó por delante al Levante en 2017 en el último encuentro que dirigió en Mestalla. Ahora tiene una plantilla mucho más limitada, aunque con algunas jugadoras en la zona atacante como Asun Martínez o Ainhoa Alguacil a las que espera sacarles si versión más dinámica e irreverente.