No hay duda de que una de las comedias románticas más icónicas del cine norteamericano es «Pretty Woman», una cinta que sigue conquistando corazones desde que se estrenó allá por 1990 y que a día de hoy se sigue emitiendo en televisión.
Concretamente, en Telecinco la han emitido ya más de 37 veces y, además, con buenas cifras de audiencia. No en vano, fue un fenómeno mundial y marcó un antes y un después en las carreras de sus protagonistas, Julia Roberts y Richard Gere. Más de tres décadas después, este clásico del cine romántico sigue siendo recordado por sus icónicas escenas y las anécdotas que rodearon su rodaje.
Aunque hoy es difícil imaginarlo, Richard Gere estuvo a punto de rechazar el papel del magnate Edward Lewis. En el podcast Awards Chatter de The Hollywood Reporter, el actor confesó las dudas que tuvo antes de aceptar el proyecto. «Estoy muy orgulloso de esa película y orgulloso del proceso de trabajo que hicimos para crearla», asegura. Además, destacó su gratitud hacia la cinta: «Me permitió hacer muchas otras cosas también».
Sin embargo, al principio no estaba convencido. Gere admitió que «no entendía» ni la historia ni su papel: «No había ningún personaje. Así que leí el libro y me dije: No es para mí». Incluso después de reunirse con el director Garry Marshall, seguía sintiendo que no encajaba en el proyecto. «Comenzamos a hablar sobre el guion y yo dije: Mira, es que no veo un personaje», recordó.
Julia Roberts evitó que Richard Gere rechazara su papel en ‘Pretty Woman’
Fue entonces cuando Julia Roberts entró en escena. Durante una reunión con Marshall, Gere coincidió con la joven actriz, quien ya había sido seleccionada para interpretar a Vivian Ward. En ese momento, Julia hizo algo que cambiaría por completo su decisión: escribió unas palabras en una nota y se lo pasó a Gere. En él se podía leer: «Por favor, dí que sí».
«¿Cómo podrías decir que no a eso?», confesó el actor, rememorando cómo ese gesto lo convenció finalmente para aceptar el papel. A partir de ahí, el equipo trabajó intensamente para dar forma al personaje de Edward Lewis y al tono de la película. «Terminamos, ya sabes, realmente tratando de encontrar un personaje que tuviera sentido dentro de la estructura y, ya sabes, la esencia de lo que era», explicó Gere.
Lo que nadie imaginaba en aquel momento era el impacto que tendría Pretty Woman. Según Gere, el rodaje estuvo marcado por la diversión y la confianza entre todos los implicados: «Nos lo pasamos maravillosamente bien y no teníamos idea de que iba a ser lo que fue». Y así, con un sencillo pero efectivo gesto de Julia Roberts, nació una de las películas más queridas de la historia del cine.