En la actual época de la obsolescencia programada, en que cualquier electrodoméstico o accesorio se estropea en unos pocos años, resulta casi increíble que exista una bombilla que permanece encendida desde el año 1901 de forma ininterrumpida. No ha habido que cambiarla nunca: es exactamente la misma bombilla desde que se instaló y siempre ha funcionado con total normalidad.
Se trata de la ‘Centennial Light’, que se encuentra en la población de Livermore, California (EEUU), alumbrando el interior del parque de bomberos desde el primer día. La vida útil de una bombilla incandescente oscila entre las 1.000 y las 2.000 horas, pero esta de Livermore lleva ya más de un millón de horas en funcionamiento.
Se trata de una auténtica institución en esta pequeña localidad del condado de Alameda, donde se dedican fiestas conmemorativas de la bombilla, que cuando cumplió 100 años en 2001, recibió la visita de más 800 personas para festejar tan señalado aniversario. Pero su vida sigue adelante, sin que de momento se note indicio alguno de que vaya a apagarse.
Es una bombilla de filamento de la marca Shelby Electric Company, que en realidad están ya prohibidas desde hace años por su elevado consumo y las elevadas emisiones que generan.
Tirando del hilo hasta descubrir su historia
Fue un periodista local el que, en los años 70, descubrió la singularidad de un objeto al que nadie prestaba demasiada atención. Fue preguntando a los más ancianos del lugar y, tirando del hilo, pudo reconstruir su historia. Según sus pesquisas, fue un regalo del empresario Dennis F. Bernal al parque de bomberos de Livermore en 1901 para ayudar a iluminar su interior, que era bastante oscuro incluso de día. Por aquél entonces, regalar uno de estos pequeños artefactos, aún poco habituales, constituía un obsequio de alto nivel.
Desde entonces, las únicas veces en que se ha apagado durante unas pocas horas ha sido con motivo de un cambio de emplazamiento y durante tres apagones, pero su filamento no parece haberse resentido.
Una cámara apunta a la bombilla y transmite en directo su estado a través de internet. De hecho, ya ha habido que cambiar tres veces de cámara web, pero la bombilla sigue inmune al paso del tiempo.
El secreto de su longevidad
Ahora bien, la pregunta más habitual sobre este extraño caso es: ¿Cómo es posible que dure tanto esta bombilla? No hay una respuesta concluyente, puesto que para saberlo con exactitud habría que desmontar este pequeño mecanismo y ello arruinaría su historia.
Según los científicos, una de las explicaciones más verosímiles es que, como nunca se ha apagado (aparte de los citados apagones accidentales), su filamento ha sufrido menos que si estuviera conectándose y desconectándose continuamente, como es lo normal en estos casos. Aparte de ello, se considera que el filamento fue fabricado con técnicas artesanales que lo hacen mucho más resistente y de mayor calidad que los convencionales.
Mientras tanto, cientos de visitantes acuden todos los años al Parque de Bomberos de Livermore para contemplar con sus propios ojos este prodigio de la técnica, que nos recuerda que la prematura avería de los artefactos actuales es más deliberada que inevitable. Ello ocasiona graves perjuicios al medio ambiente, pues la fabricación masiva de electrodomésticos origina una gran cantidad de emisiones y residuos que podría evitarse o, al menos, reducirse drásticamente gracias a los avances surgidos en las últimas décadas.
Todo sobre la bombilla: https://www.centennialbulb.org/
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