Cualquier mañana de domingo de rastro en Plaza del Campillo en Madrid es algo así: los álbumes abiertos, los cromos pasando al ritmo del «si-le», «no-le», «si-le». Tienen los que necesitas, los que te faltan, las mejores cartas de la colección están esperando a cambiar de dueño. De esta guisa ha debido ir la semana en el gremio de la moda de lujo. El rumor de que finalmente Chanel había encontrado aquel cromo que buscaba había tomado forma después de meses de intriga. Será Matthieu Blazy (París, 1984) quien dirigirá la considerada la casa de moda más importante del mundo», un cromo que hasta hace nada parecía carecer de valor.
Un fichaje que llega tras la salida de Virginie Viard de la firma. Pupila de Karl Lagerfeld, le sucedió tras su fallecimiento en el año 2019, pero sus cinco años en la firma no han conseguido reflotarla. Chanel es uno de los nombres más icónicos de la moda, es quien viste habitualmente a Penélope Cruz, pero hace años que no destaca. En un momento en el que Margiela causa conmoción con su idealización de las muñecas de porcelana o que Balenciaga impacta con su crítica al consumismo se espera más que un pasado brillante.
Chanel busca poner a prueba sus límites
Sin embargo, los datos desvelan que el estilo sobrio de Chanel también tiene su público. Tienen casi 20.000 millones de beneficios anuales y son considerados como la segunda marca más grande del mundo, por lo que podría discutirse que necesite una renovación. Bruno Pavlovsky, presidente de moda de la maison, asegura que el proceso de entrevistas con Matthieu Blazy fue «inspirador». Destaca «su visión para crear, su modernidad, su respeto y compromiso a los productos y a las mujeres que le rodean e inspiran».
«No le escogimos para que ‘hiciera Chanel’ sino para que pusiera a prueba los límites de lo que es Chanel, por el futuro. Traerá su modernidad, su manera de trabajar. Chanel está lista para ser transportada», añade Pavlovsky en declaraciones a Bussiness of Fashion.
¿Quien es Matthieu Blazy?
Matthieu Blazy era desde 2021 hasta este mismo jueves el director creativo de Bottega Veneta. El intercambio fue rápido, tras la salida de Louise Troter de Carven y su anuncio como futura diseñadora de la marca italiana solo hacía falta esperar la confirmación de los rumore. El francés criado en Bélgica será el cuarto director creativo de Chanel en su historia.
En 2021 Blazy tomó el puesto de director creativo en Bottega como un reto. Hasta entonces era un desconocido para el gran público de la moda. El trabajo de Daniel Lee en los años previos había revivido la firma a golpe de tendencia, un cuero acolchado verde chillón que inundaría calles, redes y tiendas fast-fashion en aquellos años de post-pandemia. Tal fue la viralidad de la marca que tomaron decisiones contraculturales como abandonar sus redes sociales en el año 2020.
Blazy ya había estado al mando de la línea ready-to-wear y tomó la dirección con la misión de hacer crecer la marca y evitar la rápida caída a la que puede llevar un éxito momentáneo como el que le precedía. El anuncio ya hace cuatro años se tomó como rompedor a pesar del currículo del diseñador, su educación y su trabajo en otras casas. Había pasado por Margiela y había estado bajo la dirección de Raf Simons en Calvin Klein o Phoebe Philo en Céline. Pero no había estado al frente de ninguna firma hasta la fecha.
Y a pesar de todo, Blazy ha superado todas las expectativas puestas en él, su trabajo en Bottega es superlativo. En sus 3 años al frente de la firma la somete a un proceso de rápido refinamiento y maduración. Minimalismo y todo a la vez en todas partes, el cuero ha sido uno de los grandes protagonistas en estos tres años bajo su dirección, un cuidado del trabajo artesanal llevado al arte. Así el franco-belga ha dado pie a trampantojos donde «todo es cuero», trabajo de punto y crochet de cuero, flores, libros… todo acompañado de los impecables estilismos y el refinamiento de sus accesorios han llevado a Bottega Veneta a un nivel difícil de igualar para el resto de casas.
No es el único cambio
Pero el cambio de Chanel no ha sido el único. Louise Trotter, que dejará Carven en enero, será quien sustituya a Matthieu Blazy en Bottega Veneta. No será fácil, puesto que en el tercer cuarto de año hubo una subida en los beneficios del 5% mientras que el resto de las firmas de Kering han sufrido el aparente mal momento del mercado del lujo.
Es solo el principio, se aprecia el sabor a cambio en el ambiente. Los diseñadores han salido de sus firmas para dar lugar a un verdadero juego de tronos donde no se sabe cuál será el próximo movimiento. Es normal que a final de año comiencen a moverse los artistas para descubrir cuál será su siguiente etapa, por eso de seguir evolucionando y superar las posibles barreras que una identidad de marca pueda marcar.
La llegada de Matthieu Blazy a Chanel se produce en la misma semana en la que John Galliano anuncia que dejará Margiela. Y solo unos meses después de la salida de Hedi Slimane de Céline. En septiembre Alessandro Michele debutó como director creativo de Valentino. A principios de mes se anunciaba que Julian Klausner, antes jefe de moda de mujer de la firma Dries Van Noten, sucede al que era hasta el pasado mes de marzo su jefe fundador. El año pasado Matthew Williams también dejó Givenchy en lo más alto de su recorrido. Su intención era centrarse en su propia marca, siendo sustituido este año por Michael Rider.
El cambio generacional también sobrevuela las firmas. Los más mayores (y pudientes) de la generación Z comienzan a tener fondos para empezar a gastar e invertir en lujo. Está por ver quiénes son las casas favoritas de estos nuevos compradores.