Veinte años después de que su hermano asesinara a Angelita Moncholí, una vecina de Alfafar (Valencia) de 74 años, y posteriormente se quitara la vida en Moncada, la sangre vuelve a manchar las manos de esta familia con otro crimen cometido en la misma finca de la avenida Reyes Católicos de Alfafar. En esta ocasión la víctima ha sido un vecino de 57 años, Vicente Manuel R. A., quien vive junto a su anciana madre, María, y habría mantenido una discusión con su presunto homicida, de 63 años, por causas que todavía se investigan.
La Policía Nacional, que desde pocos días después de producirse la dana se encarga de la seguridad ciudadana en Alfafar y otros municipios afectados de la zona, detuvo anoche al presunto autor del crimen, residente en este mismo edificio, y lo trasladó a dependencias policiales para ser interrogado. A la espera de lo que determine la autopsia, todo indica que el arrestado cogió del cuello a su víctima y lo estranguló durante un enfrentamiento con este.
El crimen se produjo en minutos antes de la once de la noche de ayer, en el número cuatro de la avenida Reyes Católicos de Alfafar, cuando ambos vecinos mantuvieron una acalorada discusión por causas que investigan agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional. Los investigadores tomaron manifestación a varios testigos en el lugar de los hechos, y se llevaron a también a un morador de la vivienda en la que reside el presunto homicida para tomarle declaración en dependencias policiales.
Conocido como ‘el Extremeño’
El arrestado, de unos 60 años y que lleva viviendo toda la vida en un piso en la sexta y última planta de esta finca, es conocido como ‘el Extremeño’ y sus vecinos lo describen como una persona muy conflictiva. «Ha tenido problemas con toda la finca», asegura un vecino del edificio. De hecho, afirman que lleva mucho tiempo sin pagar la comunidad de vecinos y que también están hartos de recriminarle que metiera a gente a vivir en su vivienda.
Al parecer, la víctima le habría recriminado ayer por la noche alguna de estas cuestiones y el ya detenido se abalanzó sobre él con la presunta intención de matarlo, como así finalmente fue. Los sanitarios del SAMU desplazados al lugar no pudieron hacer nada por salvar la vida de Vicente Manuel, de 57 años.
Pese a que el cuartel de la Guardia Civil de Alfafar se encuentra a escasos metros, agentes de la Policía Nacional, con competencia con motivo de la dana en esta demarcación, acudieron al lugar tras ser alertados de la agresión. Asimismo, agentes de la Policía Local de Alfafar y de la Policía Local de Sueca, que también se encontraban en las inmediaciones, también actuaron.
El presunto homicida, que supuestamente presenta serios problemas de adicción al alcohol y las drogas, fue detenido y será puesto a disposición judicial cuando la policía concluya su atestado y le tomen declaración.
La comisión judicial del Juzgado de Instrucción número cuatro de Catarroja, en funciones de guardia procedió al levantamiento del cadáver pasadas las dos de la madrugada. El cuerpo sin vida de Vicente Manuel R. fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde hoy se le realizará la autopsia. De igual modo, agentes de la Policía Científica realizaron la inspección técnico policial en el lugar del crimen.
Segundo crimen en la misma finca
Para los vecinos más veteranos de este edificio de Alfafar la muerte de violenta de Vicente les ha traído al recuerdo otro crimen ocurrido en enero del año 2000, y cometido precisamente por un hermano del ahora arrestado. Miguel Ángel M. D. acabó con la vida de su vecina Algelita, de 74 años, a golpes y cuchilladas, cuando pretendía robarle la recaudación de la comunidad de propietarios. Al verse cercado por la Guardia Civil, el asesino optó por ahorcarse en un árbol de una zona de campos de Moncada, como publicó en su día este periódico.
«El crimen se produjo justo aquí, en este mismo recibidor», indicaba Paula, la vecina que adquirió la vivienda de la mujer asesinada el mismo año en el que se produjo este primer homicidio. En esta ocasión la muerte ocurrió dos pisos más arriba y no escucharon nada extraño hasta una vez llegaron las distintas unidades policiales y la ambulancia.
Lo que sí señalan los vecinos es que en la vivienda del presunto homicida, situada en la sexta planta, las discusiones eran frecuentes y cuando alguno de sus moradores salía del ascensor el olor -no tienen agua ni luz- era insoportable. Uno de los inquilinos de la casa, que llevaba apenas unos meses viviendo allí, fue llevado a dependencias policiales por agentes de la Policía Local de Sueca para que el grupo de Homicidios de la Policía Nacional le tome declaración en calidad de testigo.
