Manuel Fernando R. R., el camarero de Sama de 45 años de edad detenido por la muerte de I. F.F., de 69 años, la madrugada del pasado domingo, está ya en la cárcel de Asturias acusado de homicidio doloso, lo que podría suponerle una condena de entre 10 y 15 años de cárcel. Es la calificación inicial a falta de concluir la investigación.
El magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Langreo, en funciones de guardia cuando ocurrieron los hechos, dictó a última hora de la mañana de miércoles una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza para el detenido «por un supuesto delito de homicidio doloso». La medida, explicaron desde el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, «se basa en indicios de la existencia de un presunto delito de homicidio doloso consumado, previsto y penado en el vigente artículo 138 del Código Penal y en la finalidad de evitar la sustracción a la acción de la justicia y ocultación o alteración de fuentes de prueba».
Durante su paso por el juzgado, Manuel Fernando R. R., de origen venezolano y al que conocen por el apelativo de «Huevón», se negó a declarar ante el juez, como ya había hecho anteriormente en la Comisaría de La Felguera, donde tampoco quiso responder las preguntas de los investigadores. Ante el juez langreano, solo respondió a cuestiones formuladas por su abogado, sin aportar su versión sobre lo sucedido.
El hombre fue trasladado desde dependencias policiales al nuevo Palacio de Justicia de Langreo, en Sama, adonde llegó a las once menos cuarto de la mañana. El detenido, esposado y custodiado por la Policía, fue introducido en el edificio por la entrada posterior, situada en la calle Salustio Regueral. Casi dos horas y media después, a las 13.07 horas, salía por el mismo portón para ser introducido en un coche policial y posteriormente trasladado a la prisión de Asturias.
La decisión del juez coincide con la petición de la Fiscalía, que había solicitado el encarcelamiento preventivo al considerar los hechos «constitutivos de un delito de homicidio o asesinato». La acusación pública basaba su solicitud de prisión provisional «en la gravedad de los hechos y en la existencia de indicios de que el detenido es autor de los mismos». Además, el ministerio fiscal considera adecuado el ingreso en prisión «para impedir que pueda interferir en la instrucción del procedimiento e influir en posibles testigo, además de considerar que existe riesgo de fuga».
La investigación, a la que se han aportados testimonios de vecinos del edificio en el cuyo portal apareció el cuerpo sin vida de la víctima, sigue en marcha, a la espera de que se vayan conociendo los resultados de las distintas pruebas que han sido solicitadas. Una de las más importantes es el resultado definitivo de la autopsia. El cadáver de I. F. F. fue hallado con un golpe en la sien y otro en la boca, así como con hematomas en el cuello. Las conclusiones preliminares avanzan que los golpes no fueron la causa de la muerte. Y se apunta, por contra, que las marcas del cuello sí son compatibles con una maniobra homicida.
I. F. F., de 69 años y vecino del barrio de La Joécara, fue hallado sin vida hacia la una de la madrugada del domingo en el portal del número 8 de la calle Alfredo Pumarino, en pleno centro de Sama. Por su presunta implicación en los hechos fue detenido horas después Manuel Fernando R. R., un camarero de nacionalidad venezolana de 45 años, corpulento y que reside en el edificio en el que tuvo lugar la muerte.
Mientras el acusado permanecía en dependencias policiales y judiciales, en el portal en el que apareció en cuerpo sin vida de la víctima se multiplicaban las señales de duelo. En la puerta, a pie de calle, permanecían encendidas varias velas en recuerdo del fallecido. Además, alguien había colocado un ramo de flores.