La primera reunión entre el Ministerio de Hacienda y socios de Gobierno para negociar un impuesto a las energétcas ha constatado la imposibilidad de lograr un acuerdo global en esa comisión negociadora, ante el plantón de PNV y Junts, necesarios para lograr una mayoría. En el encuentro, el departamento de María Jesús Montero ha trasladado que optará por el decreto ley para prorrogar esta figura impositiva, renunciando así a una negociación multilateral con los socios de investidura y dando por zanjada la vía de la proposición de ley, que era la primera opción comprometida con Podemos. Hacienda volverá a convocar a los partidos para una próxima cita la semana que viene.
La reunión de este miércoles daba cumplimiento al acuerdo sellado con el partido de Ione Belarra a cambio de sus votos para la reforma fiscal, pero lo cierto es que el balance ha sido pobre, con segundos perfiles de los partidos que acudían a la cita y sin convocatoria de prensa. La «comisión negociadora» anunciada el pasado 21 de noviembre ha terminado en calificarse como «una reunión de trabajo«, rebajando al máximo las expectativas.
Distintas fuentes presenciales apuntan a que Hacienda ha trasladado en la reunión su voluntad de aprobar por la vía del decreto este impuesto, cumpliendo así con el acuerdo alcanzado con ERC y Bildu, pero sin las garantías de que la medida vaya a salir adelante. El decreto sobre las energéticas en el que trabaja el Gobierno no tiene a día de hoy los votos asegurados para salir adelante en el Congreso, donde debe ratificarse en los 30 días siguientes a su aprobación en Consejo de Ministros. Fuentes de Hacienda dibujan a un impuesto con «deducciones e incentivos para fomentar la descarbonización y la inversión en electrificación», en lo que se plantea como un guiño para que Junts pudiera aceptar este eventual impuesto sin que afectara a Repsol.
Desde el departamento de María Jesús Montero admiten que es «un objetivo complejo porque la realidad es que actualmente las posiciones están muy alejadas«. En este sentido, hace una crítica velada a Podemos, defendiendo que «en un clima de discreción y diálogo será más factible que los grupos parlamentarios renuncien a posiciones maximalistas, acerquen posturas y se alcance un acuerdo que sea positivo para el conjunto de la ciudadanía». El Gobierno, defienden, «va a cumplir sus compromsos» y seguirá con reuniones para lograr un acuerdo, convocando para ello una nueva comisión el miércoles de la próxima semana.
Podemos vuelve a amenazar
Más allá de la voluntad expresada por Hacienda, lo cierto es que la cita ha terminado por convertirse en una piedra en el zapato para todos los asistentes. En el PSOE admitían la imposibilidad de llegar a un acuerdo y expresaban su malestar hacia Podemos, que ha venido amenazando con dejar caer los próximos Presupuestos si no cumplían el acuerdo y que después de la reunión ha insistido en su amenaza, asegurando que la cita era un «incumplimiento» del Gobierno, al que responsabilizaban por no haber sentado a sus socios de corte conservador como son jeltzales y nacionalistas.
PNV se descolgó en primer lugar de lo que calificó de «paripé» y en Junts ni siquiera dieron explicaciones sobre su ausencia en la cita, que se celebró sin pena ni grloria y sin propuestas concretas, más allá de la voluntad que trasladó el Gobierno de cumplir con el acuerdo que firmó con ERC y EH Bildu para prorrogar el impuesto a las energéticas por la vía del real decreto. La aprobación por la vía del real decreto también la incluyó Podemos en su acuerdo, pero con una diferencia. En su caso era un plan ‘B’ para «ganar tiempo» y tener 30 días más de negociación, en caso de que la comisión no lograse aprobar a tiempo una proposición de ley con el acuerdo de todas las partes.
El partido de Ione Belarra mostró su malestar hacia el PSOE una vez concluida la reunión, asegurando que el hecho de que PNV y Junts no acudieran era un «incumplimiento» por parte del PSOE, que -según su versión- se había comprometido a sentar a todas las partes. Así, los morados denuncian la «falta de compromiso del Gobierno con el impuesto a las energéticas», reclaman al PSOE que «cumpla» con lo acordado y lanzan una nueva advertencia: «En este contexto no se dan las condiciones siquiera para comenzar la negociación de Presupuestos Generales del Estado».