El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha celebrado este miércoles los «buenos resultados» del pacto sobre reparto de cuotas de pesca de la UE para 2025, en el que España ha conseguido incluir medidas para amortiguar el recorte al arrastre en el Mediterráneo, al tiempo que ha logrado mantener las capturas de algunas de las especies «más apreciadas» para la flota del Atlántico, según recoge la agencia Europa Press. «Hemos conseguido neutralizar la disminución del 79% que habría reducido los días de actividad de la flota» de los 130 actuales a 27, ha explicado Planas en rueda de prensa, en referencia a la «radical» y «desenfocada» propuesta de la Comisión Europea que, según el sector, suponía una «sentencia de muerte» para la pesca de arrastre.
Para amortiguar ese recorte y garantizar la supervivencia de la flota, se ha recurrido a un mecanismo de compensación «aumentado» que permitirá recuperar días de actividad si se cumplen ciertas medidas medioambientalesa, elegir entre 12, de las cuales se aplican 6 a España, tales como el uso de nuevas mallas, puertas voladoras, la imposición de vedas o el cierre temporal de algunas zonas para proteger a las especies demersales cuya recuperación preocupa a la Comisión: los alevines de merluza y la gamba roja. Planas ha señalado que estas medidas más selectivas con las capturas equilibran esa reducción del 79% y que ya «sólo la suma de dos de ellas» –el uso de redes de 45mm en pesca costera y de 50mm para aguas profundas– suma ya una compensación del 80%, por lo que, «en términos prácticos, los pescadores van a poder disponer de mismos días de trabajo que en 2024».
«Es una magnífica noticia que permite continuar la actividad pesquera en el Mediterráneo y salvar el impacto socioecónomico que habría tenido una media tan drástica como la que planteaba la Comisión Europea», ha agregado el ministro, quien ha calificado estas negociaciones como «las más difíciles» de su vida. Menos optimistas se han mostrado desde el sector, ya que como ha apuntado el secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat, «para poder mantener los días de pesca habrá que hacer un esfuerzo adicional, que no todos podrán cumplir». «Tendrá consecuencias sociales y económicas en el sector pesquero del Mediterráneo; veremos cuántos logran sobrevivir», ha advertido, además de acusar, en particular, la necesidad de cambiar las mallas de pesca «otra vez».
También en el Mediterráneo se ha logrado mitigar la reducción de la gamba roja, una de las especies de la zona que cuenta excepcionalmente con un total admisible de capturas (TAC) –ya que la pesca en la zona se mide habitualmente en días de pesca–, del 30% que pedía Bruselas al 10%, lo que Planas ha destacado como «una excelente noticia para los pescadores». Por último, queda pendiente de adoptar el TAC para la anchoa en el golfo de Cádiz, que no se ha incluido en las negociaciones a la espera del informe científico pertinente, por lo que está previsto que las cifras finales se aprueben en una nueva reunión a nivel de embajadores y de la que Planas espera un «resultado satisfactorio».
Resultados para el Atlántico
Aunque el Mediterráneo haya centrado los esfuerzos en la negociación de este año por lo «drástico» de la propuesta de la Comisión, Planas no quiere que ese foco distraiga de los buenos resultados también para la flota del Atlántico, que «cumple las expectativas de España». Así, se mantienen las mismas cuotas que en 2024 para la cigala del golfo de Cádiz, que en 2025 también alcanzará las 30 toneladas y el abadejo, que suma en las tres zonas de pesca de España un total de 388 toneladas.
En el caso de la merluza sur, que Planas ha descrito como «una de las especies más apreciadas para la flota», la cuota aumenta ligeramente de 10.921 a 10.953 toneladas, tras consolidar la recuperación de la especie, lo que asegura la estabilidad de las flotas del Cantábrico y del golfo de Cádiz.
De igual modo, se incrementa la cuota de gallo sur en 732 toneladas hasta las 3.942 y la del rape sur en 625 toneladas hasta las 4.340, mientras que se duplica la de la cigala del Cantábrico, que pasa de 12,4 a 25 toneladas. También la cuota de lenguado pasa de 5 a 6 toneladas, pero la del jurel ha experimentado un recorte significativo del 65,9%, pasando las 43.032 toneladas de 2024 a las 14.668 adoptadas en el acuerdo de 2025.
Acuerdos con Noruega y Reino Unido
En el caso de las especies compartidas con Noruega, han aumentado las posibilidades de pesca del bacalao y los accesos mutuos al Mar del Norte, de lo que se beneficiará especialmente la flota gallega. En base al acuerdo, se han incrementado las posibilidades de pesca del bacalao ártico para España hasta las 2.617 toneladas, lo que supone un 3% mas que en 2024, al tiempo que se mantiene la cuota de gallineta ártica en 106 toneladas explotadas.
En lo que respecta al acuerdo con Reino Unido, Planas ha destacado que se han logrado los principales objetivos de España, que ha logrado una reducción del 20% para la cuota de merluza norte frente al recorte del 30% que planteaba Bruselas. En el caso de la pesca de jurel compartida con la flota británica, y «tras varios años de cuota cero», Planas ha apuntado que a España le corresponderá un total 6.719 toneladas, una cifra «importante» porque será un «alivio» para las flotas de arrastre del Cantábrico noroeste. Por su lado, el besugo pasará a tener una cuota accesoria para evitar el estrangulamiento de la especie, mientras que el rape norte experimentará una subida global del 54% hasta las 3.817 toneladas.