Cambio importante e inminente en las transferencias bancarias. La entrada en funcionamiento de Bizum en España en 2016, una plataforma de pagos inmediato, causó un auténtico terremoto en la forma de abonar ciertas cantidades, desde las más cotidianas entre amigos o familias, comprar en negocios o pagar facturas.
Hoy en día, según el conteo más reciente, hay 27 millones de usuarios de Bizum en nuestro país, y las expectativas iniciales de sus promotores se han cumplido con creces. Tanto en la semántica, que «hacer un Bizum» se entienda automáticamente como un envío de dinero, como en la captación de clientes y volumen de uso.
Este nuevo escenario ha obligado a las entidades bancarias a repensar uno de los servicios que hasta esa fecha inicial eran la única forma de saldar deudas de manera digital: las transferencias.
Obligados por las circunstancias, cada banco comenzó a aplicar una política distinta sobre ellas con el fin de atraer o mantener clientes. Desde ofrecer un número de ellas gratuitas al mes hasta distinguir entre transferencias entre cuentas del mismo banco y otro distinto o, finalmente, poner la divisoria entre el coste y la gratuidad en el plazo que iba a transcurrir hasta que efectivamente la cantidad llegara a su destinatario.
Novedades desde el 9 de enero de 2025
Es en este último apartado sobre el que recae la novedad que traerá 2025. Hoy por hoy, no es extraño que los bancos cobren una cantidad determinada por hacer transferencias instantáneas, en lugar de esperar 24-48 horas.
Los nuevos tiempos llegarán dentro de un mes, el 9 de enero. A partir de ese jueves, entrará en vigor un reglamento europeo que impedirá a las entidades a cobrar comisiones a sus clientes por realizar transferencias inmediatas o, en caso de que haya, que sean de similar cuantía a las ordinarias, esas que ahora mismo tardan uno o dos días en llegar.
El segundo paso llegará el 9 de octubre, cuando todos los bancos deberán ofrecer de manera obligatoria las transferencias inmediatas.