Fernando Carro, CEO del Bayer Leverkusen, solo se debe jerárquicamente a la dirección del accionista. Su interlocutor es Werner Wenning, histórico ex presidente ejecutivo de Bayer, con el que despacha regularmente. El fútbol español, explica como ejemplo, es manejado por los no ejecutivos o directivos (una excepción es el Atlético de Madrid, donde Miguel Ángel Gil, accionista, es también CEO); en Alemania mandan los ejecutivos que tienen las responsabilidades operativas. Estos son los que representan al club. «Al depender de un accionista muy claro, la gobernanza es muy fácil y estructurada al tener que aprobar los presupuestos con él. Si llega a ser una gobernanza con muchos comités, socios y presidentes elegidos que van cambiando, todo sería más difícil», relata.

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