Grupos insurgentes en el noroeste de Siria han lanzado un ataque sorpresa en dos frentes contra Alepo y sus alrededores en los últimos días, logrando avances territoriales significativos y asestando un duro golpe al presidente sirio Bashar al-Assad, mientras aumentan la presión sobre sus aliados, Irán y Rusia. La ofensiva está liderada por dos principales coaliciones rebeldes unidas en su oposición al régimen de Assad, aunque con objetivos parcialmente divergentes. La fuerza principal detrás del ataque es Hayat Tahrir al-Sham (HTS), en árabe “Organización para la Liberación del Levante”, la antigua filial siria de Al Qaeda conocida como “Jabhat al-Nusra”. Aunque HTS se separó oficialmente de Al Qaeda en 2016, sigue siendo una organización yihadista salafista designada como grupo terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, contando con decenas de miles de combatientes. Su reciente ofensiva ha generado preocupación ante la posibilidad de que una eventual toma de Siria la convierta en un régimen islamista similar al de los talibanes, con implicaciones para Israel en su frontera suroeste. Sin embargo, otros consideran que esta ofensiva podría ser un desarrollo positivo para Israel, al debilitar aún más al eje iraní en la región. HTS es el grupo rebelde más poderoso en Siria y ha controlado durante años la región disidente de Idlib, en el noroeste del país, junto a la frontera con Turquía. Allí gobierna a más de 4 millones de personas mediante una administración civil conocida como… Leer más
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