El PSOE ha presentado una demanda de conciliación (paso previo a la interposición de una querella) contra Carmen Pano, la empresaria que admitió a EL ESPAÑOL que llevó 90.000 euros en efectivo a la sede nacional del partido, ubicada en la madrileña calle Ferraz.
Este periódico desveló, en exclusiva, el testimonio de esta mujer. «Yo llevé el dinero a la segunda planta [de la sede]. Lo declaré ante notario y así lo declararé ante el juez cuando me cite», aseguró.
El dinero procedía, según la versión de Carmen Pano, de la compañía Villafuel SL. Esta empresa de hidrocarburos es una de las actualmente investigadas en el caso de la trama del fuel, una causa judicial que investiga la Audiencia Nacional.
La Fiscalía sospecha que Claudio Rivas era el cabecilla de este entramado, aunque colocó a varias personas al frente de las mercantiles que lo conforman para desvincularse.
De acuerdo con el testimonio de Carmen Pano, el dinero que habría llevado a Ferraz sería un pago para garantizar que Villafuel SL obtuviese una licencia de operador de hidrocarburos.
La empresaria también asegura que fue ella quien presentó a Claudio Rivas y a Víctor de Aldama, otro de los principales investigados en el caso de la trama del fuel. De hecho, fue el juez que investiga esta causa, Santiago Pedraz, quien mandó a este último a prisión.
Y fue quien, a petición de la Fiscalía, dejó a Aldama en libertad el pasado jueves, unas horas después de que el empresario declarase voluntariamente ante otro magistrado de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, instructor del caso Koldo, y asegurase que pagó comisiones a, entre otros, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
En el testimonio que relató a EL ESPAÑOL, Carmen Pano mencionó a Aldama. Aseguró que fue éste quien le dio la orden de llevar el dinero a Ferraz.
De acuerdo con su versión, los 90.000 euros se llevaron a la sede del PSOE en octubre de 2020. Fueron «dos pagos» y la mujer transportó el dinero en «una bolsa de plástico metida dentro de otra de papel de unos grandes almacenes».
Pano desconoce el destino final del dinero ni es capaz de identificar quién fue quien recogió las bolsas en la sede del Partido Socialista, a la que asegura que accedió tras comentar que había sido enviada por Víctor de Aldama y sin que se le exigiera identificación alguna.
