Después de meses de quejas por parte del sector turístico, este lunes ha entrado en vigor el nuevo registro de viajeros que obliga a los hoteles, agencias y empresas de alquiler de coches a pedir más datos a los viajeros de los que recogían hasta ahora. Los hoteleros, que habían amenazado en las últimas semanas con acudir a los tribunales, advierten que no van a hacer un examen a sus clientes y confían en que el Gobierno enmiende su propia norma para tener que pedir solo el pasaporte y el DNI, como hasta ahora. «No vamos a someter a nadie a un interrogatorio, no podemos hacerlo», advierte el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Ramón Estalella.

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