La neula es una tradición que el Grup de Neuleres i Neulers de Mallorca quiere conversar porque como bien dicen «la neula es mágica». Hace dos años que hablan de neules todo el año y su gran propósito es dar a esta costumbre tan mallorquina el impulso que se merece. Su reto es que sea Patrimonio Inmaterial pero mientras este reconocimiento se trabaja en el seno del Consell de Mallorca, el grupo va dando sus pasos para que este legado cultural cale entre la población. Ahora han logrado dar un paso más en su hazaña de custodiar este tesoro. Y es que Manacor es el primer Ayuntamiento de Mallorca en incluir las neules en la oferta educativa de los centros de la capital del Llevant. «Entrar en las escuelas es muy importante y bastante difícil», reconoce la neulera Bàrbara Llinàs, que en junio presentó un proyecto educativo al departamento de educación consistorio manacorí que en julio obtuvo el visto bueno. Así, en el marco de la campaña navideña, Llinàs estas semanas se adentra en las aulas con la única misión de que la magia de las neules cautive a las pequeñas manitas que demuestran una gran destreza en el manejo del bisturí y la tabla de cortar. Sí, es de las que defiende que los niños son niños pero «deben utilizar las herramientas que toca para poder crear». «Me sorprende lo bien que manejan el bisturí», admite ahora que ya lleva unos cuantos talleres realizados en escuelas como Sant Vicenç de Paül, La Salle, el CEIP Es Canyar o el CEIP Ses Comes de Porto Cristo. Este año casi una decena de grupos se han animado a ofertar el taller de neules en las aulas.
Y es que en el aula, Bàrbara Llinàs enseña mucho más de lo que es y lo que no es una neula. Cuenta su historia pero en un mundo marcado por las prisas, enseña a través de la confección de este arte redondo y blanco a dominar el don de la paciencia. «Un niño vino todo triste porque se le había roto la neula. Los niños deben aprender a gestionar y aceptar la derrota. No pasa nada. Se vuelve a empezar. Esto ayuda a comprender el significado de la frustración y de la paciencia. Hacer una neula requiere paciencia y tiempo para crearla».
«Emociona ver lo que el alumnado disfruta a la hora de crear una cosa tan simple pero tan importante a su vez. Es emocionante ver la cara del niño o de la niña cuando gira la neula y ven la creación que han hecho», confiesa Llinàs, que remarca la importancia de haber logrado entrar en la oferta educativa de las escuelas de Manacor para conseguir que la tradición no se pierda. «Eso lo explico en el aula. Es importante entrar en los colegios porque los adultos conocemos la tradición de las neules y está en nuestras manos enseñar a los más pequeños esta costumbre porque vosotros sois el futuro y quien podrá conservarla».
En el taller, el alumnado empieza con una neula sencilla de figuras rectas como una estrella para aprender a dominar el bisturí. Luego ya se pasa a líneas curvas con la figura de una paloma. Si superan estas dos formas y se animan a crear más, Bàrbara Llinàs tiene preparados unos modelos para que puedan ir creándolos en casa porque tras dominar las neules calades, vienen las doblegades, que es la segunda parte del taller.
El deseo del Grup de Neuleres i Neulers de Mallorca es que este primer paso que ha dado el Ayuntamiento de Manacor pueda servir de inspiración a otros consistorios. «Sabemos que es complicado pero es un punto de partida. Lo ideal sería que cada pueblo o cada comarca tuviese un grupo de trabajo». Y es que la realidad es que muchos de los neulers y neuleres son personas ya mayores y si no se consigue divulgar y cautivar a más fanáticos de estas piezas blancas se corre el riesgo de que este arte pueda llegar a desaparecer».
En escaparates
Ya son las segundas navidades que Manacor apuesta por la neula como decoración. Este año ha dado un paso más y regalará tres neules a cada comercio para que puedan engalanar sus escaparates diseñadas por Bàrbara Llinàs para la ocasión. Además de volver a decorar las calles y las plazas manacorines, el arte de las neules se adentra entre los comerciantes gracias a varios talleres como el que realizó el 9 de noviembre y otro que realizó ayer en la Institució Alcover . ¿El objetivo? Enamorar a más adictos al bisturí, la tabla de cortar y el papel en blanco para que el arte haga magia y los comercios se vistan de blanco en Navidad.
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