El Barça acabó el mes de octubre goleando en el Bernabéu con un 0-4 que puso al Real Madrid a seis puntos de distancia en la Liga. Los de Flick gobernaban la clasificación con mano de hierro tras once jornadas en las que se habían logrado diez victorias y solo una derrota, la de Pamplona, donde el técnico hizo tantas rotaciones que acabó desdibujando al equipo. Aquello se leyó como un accidente aceptable en mitad de un inicio exhuberante de proyecto. 

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