El Valencia arrancó la temporada con una muy buena primera parte ante el Barcelona pero dio muestra de lo que venía por delante con un tramo final de la misma con muchas dudas. La segunda parte el cuadro culé remontó pero lo que se vio ese día pasó de ser algo anecdótico a una costumbre. Porque el equipo del Pipo marcó aquel día el primer tanto del encuentro y terminó perdiendo. Lo hizo tras una segunda parte en la que cedió ante los de Flick, un equipo que rozó la perfección en el arranque de curso, pero no debe servir como excusa para todo lo que ha pasado después.
En la segunda jornada al Valencia le sucedió lo mismo en Balaídos y ahí Baraja fue mucho más crítico. «No hemos estado bien en la primera parte, no hemos entendido lo que teníamos que hacer, hemos entrado a la presión tarde. Pese a ponernos por delante en el marcador no hemos sabido gestionarlo, le hemos dado al RC Celta la posibilidad de que nos marcaran dos goles. Si no somos solidarios y tenemos el ritmo para competir no podemos ganar.
El rival ha sido superior, tenemos que resetear, mejorar y seguir trabajando para ser competitivos. Es una situación de dificultad, no hemos sumado en los primeros partidos, hay que mantener la calma y acertar para ser más sólidos, defender mejor y tendremos sensaciones distintas», con esas palabras Baraja dejó claro lo que había pasado y era todavía agosto. El gran problema es que en noviembre, y a las puertas de diciembre, el equipo está en ese mismo punto. Porque la remontada del Celta podría haberse pasado por alto si los jugadores hubieran mostrado un mínimo en los siguientes compromisos, pero no fue el caso.
De hecho contra el Villarreal, en la jornada cuatro, el cuadro de Baraja también se puso por delante con un tanto de Hugo Duro con la izquierda. Sin embargo, en la primera parte, casi cuando ya los jugadores pisaban el túnel de vestuarios, Comesaña hacía un gran gol para tirar por tierra el trabajo realizado en los primeros cuarenta y cinco minutos. Una vez más la historia de las anteriores jornadas. En el siguiente duelo en el que pasó fue contra Las Palmas. De nuevo un duelo con gol en el primer tiempo y de nuevo Las Palmas, justo antes del descanso, haciendo el tanto del empate. Un desastre absoluto.
Contra el Betis sin embargo, el Valencia CF vivió un momento similar, con un tanto inicial y con el empate obra de Hugo Duro en propia en el primer tiempo, aunque eso sucedió en el minuto 14. En cualquier caso, la situación se confirmó de nuevo. Gol a favor en primera parte, gol recibido también. Curiosamente, el equipo de Baraja fue capaz de levantarse de la lona y encontrar el camino a la victoria gracias a un inicio de segunda parte completamente loco. El 4-2 era el premio al buen trabajo en un choque que poco o nada tuvo que ver con lo que pasó en Mallorca. En Palma, el Valencia se adelantó pero sin merecerlo, como así reconoció Baraja. La primera parte fue floja y el segundo tiempo aún más. Y así se confirmó una derrota que confirma que la reacción no es total ni mucho menos.
Por todo eso, el Valencia tiene que mirarse el ombligo y asumir que no puede permitirse ese tipo de situaciones si quiere mantenerse en Primera. Sobre todo porque no va sobrado de puntos. En el futuro más inmediato, el Pipo debe corregir todas esas situaciones que incluso más allá de fútbol tienen que ver con la concentración del propio jugador y la capacidad para hacer buenos los goles a favor. El Rayo es el primer rival ante el que podrán confirmarlo después del varapalo contra el Mallorca.