David Castillo creció con toda España. El suyo es uno de esos casos en los que por su precocidad pasó de niño a adulto delante de las cámaras. Además, en las de una de las series más recordadas de la primera década del siglo XXI, «Aida».
Quizás no todo el mundo sepa de quién hablamos cuando nos referimos a David Castillo. Pero la cosa cambia si le llamamos Jonathan, el de «Aída». Aquel adolescente macarrilla, trasto y de buen corazón que encandiló a la audiencia en sus 230 apariciones en la serie emitida por Telecinco es hoy todo un treintañero que ha dado un giro de 180 grados a su carrera.
Nacido en Fuenlabrada en 1992, comenzó su carrera como actor a la temprana edad de 7 años. Fue en un capítulo de la también famosa «Hospital central». Este trabajo le abrió las puertas de «Ana y los 7» y de «Manolito Gafotas».
Poco después, en 2004, dio el salto a la gran pantalla con un papel en el filme de Carlos Saura «El séptimo día», donde interpretaba a Bernardo.
Fue su último trabajo antes de «Aída». En la serie de Telecinco encarnó el papel de hijo de la protagonista (Aída, por Carmen Machi), que mantuvo durante las 10 temporadas de la serie. En total apareció en 230 capítulos, solo superado por Mariaño Peña (Mauricio Colmenero, 237) y Pepe Viyuela (Chema, 238).
En 2011, cuando la serie aún estaba en emisión, viró su carrera hacia los escenarios. Así, participó en funciones como «Münchhausen», de Salva Bolta; «Naturaleza muerte en una cuneta», de Adolfo Fernández; o «Emilia», de Tolcachir.
En 2015, ya con «Aída» fuera de emisiones, entró en la prestigiosa Joven compañía nacional de teatro clásico.
En 2022 añadió una nueva faceta a su currículum, al publicar «Piedra de madera», un libro de poesía que está a la venta en las principales plataformas de venta de libros.
Recientemente parece haber regresado a la pequeña pantalla. Destacan sus papeles en «Amar es para siempre», donde interpretó el papel de Miguel Illarramendi, que apareció en 255 episodios o el de Escudero Lisardo en «El Cid».