El Monumental de Buenos Aires puede encumbrar la carrera como técnico este sábado del excentral del Real Zaragoza Gaby Milito, que disputa como entrenador del Atlético Mineiro la final ante el Botafogo (21.00 horas en España). En la antesala de poder levantar el trofeo de clubs más importante de Sudamérica, así triunfa el mayor de los Milito, de ilustre pasado zaragocista, en el club brasileño, como lo ha hecho en otras etapas en el banquillo, con el deseo, nunca ocultado por el defensa y siempre dejado entrever, de algún día regresar a La Romareda, para dirigir al equipo que en Europa le dio la oportunidad de hacerse grande y llegar al Barcelona. Cuatro temporadas y 174 partidos oficiales entre 2003 y 2007 (5 goles) le contemplan como central en el conjunto aragonés.
«Es un club muy especial para mí, me abrió las puertas cuando el Madrid me dijo que no en la revisión médica, ahí nació mi primer hijo, gané mis primeros dos títulos… Jugamos la final de Copa, en semis habíamos eliminado al Madrid con el 6-1 en casa y 4-0 en el Bernabéu que nunca en mi vida lo pasé tan mal en un partido», decía hace un año, en diciembre de 2023, en Relevo.
«Yo me dejo llevar por lo que siento. Si lo de Zaragoza es algo serio, potable y que me gusta, lo elegiría. El dinero es importante, no está mal, pero déjame que, si puedo elegir, hacer lo que siento», decía hace un año al ser preguntado por volver al Zaragoza, que no lo tanteó, al menos no oficialmente, cuando despidió a Escribá
El desafío de Europa
Justo entonces, unas semanas antes, su nombre pudo plantearse como recambio de Escribá, aunque desde su entorno en esos momentos se negó cualquier llamada desde el Zaragoza, que se decantó por Julio Velázquez, que solo estaría unos meses en el cargo antes de llegar Víctor Fernández en marzo. «España es un desafío para mí», añadió en esa publicación en diciembre, admitiendo que, en caso de tener una suculenta propuesta de Arabia Saudí u otra del Zaragoza, tendría muy clara la decisión. «Yo me dejo llevar por lo que siento. Si lo de Zaragoza es algo serio, potable y que me gusta, lo elegiría. El dinero es importante, no está mal, pero déjame que, si puedo elegir, hacer lo que siento», aseveró.
El Zaragoza le abrió la pueras de Europa como jugador tras el descarte del Madrid. Ganó la Copa en Montjuïc en la dulce venganza del club blanco, la Supercopa, cumplió el sueño de compartir equipo con su hermano, Diego, jugó en Europa de zaragocista y fue el ídolo de la grada para que el Barcelona lo fichara en 2007 por 20 millones
Milito siempre le ha estado muy agradecido al Zaragoza, el club al que llegó tras ser descartado por el Real Madrid en el verano de 2004, cuando el peligro de una lesión de rodilla tiró por tierra su llegada al Bernabéu desde Independiente de Avellaneda y Pedro Herrera, entonces secretario técnico zaragocista, le abrió la puerta para llegar con 23 años al Real Zaragoza, que lo fichó por 3,5 millones en ese año por el 50% del pase y abonó el resto un año después.
Aquí triunfó de lleno, sin lesión de rodilla de por medio, con la Copa en Montjuïc en la dulce venganza del club blanco, la Supercopa ante el Valencia, cumplir el sueño de compartir equipo con su hermano, Diego, desde 2005, jugar en Europa con el equipo zaragocista y ser el ídolo absoluto de la grada para que el Barcelona lo fichara en 2007 a cambio de 17,5 millones fijos más objetivos, todos cumplidos, para un total de 20, el segundo traspaso más caro de la historia del club aragonés tras el del serbio Milosevic.
En el Barcelona, donde logró 10 títulos, estuvo a las órdenes de Guardiola antes de que una lesión en la rodilla truncase su carrera y le obligara a la retirada en 2012, cuando había regresado a Independiente. «Guardiola sabía que yo iba a ser técnico. Desde la época que jugaba, siempre me interesó dirigir”, afirmó en una entrevista pasada al periódico Clarín.Tres años después de su retiro como jugador, en abril de 2015, inició su carrera como entrenador, cuando se hizo cargo de Estudiantes de La Plata en Argentina. Llegó incluso a ser director técnico de Independiente, de donde se fue en malos términos luego de discutir con varios dirigentes. Entre 2017 y 2018 dirigió el club de primera división chilena O’Higgins y luego regresó a Estudiantes, al que renunció en un año por una mala racha de resultados. Su labor más destacada fue con Argentinos Juniors a partir de 2021, durante dos años y medio y 135 partidos, y que abandonó por estrés.
Gran etapa en Brasil
Finalmente, en marzo de este año, el Atlético Mineiro anunció la contratación del argentino hasta finales de 2025 en lugar de Luiz Felipe Scolari y al mes obtuvo su primer campeonato como entrenador, ganando la final del Campeonato Mineiro contra Cruzeiro. Tras perder la final de esta edición de la Copa de Brasil contra Flamengo, Milito buscará una victoria que le suba el ánimo al equipo liderado por Hulk y le permita a él soñar con un banquillo europeo. Quizá el del Real Zaragoza en un futuro y en dos caminos que están predestinados a volverse a reunir.