La Comisión Europea ha dado este martes el visto bueno a la senda de ajuste fiscal a medio plazo presentada por España en el marco de las nuevas normas fiscales, y avala que se extienda el periodo de implementación a siete años, hasta 2031.
Bruselas avala así los planes del gobierno al considerar que “marcan una senda fiscal creíble” para unas finanzas sostenibles a medio plazo. España, junto con Finlandia, Francia, Italia y Rumanía, había solicitado ampliar el periodo de ajuste de cuatro a siete años. La Comisión también ha dado el visto bueno a esta petición.
Esta extensión es posible, siempre y cuando se presente un programa de reformas e inversiones que lo justifique. El ejecutivo comunitario considera que en este caso “se constató que las reformas y los compromisos de inversión mejoran el potencial de crecimiento y resistencia de manera sostenible y apoyan la sostenibilidad fiscal.”
Para la Comisión, las medidas en el marco del plan, contribuyen “a mejorar la sostenibilidad fiscal y aumentar el potencial de crecimiento de sus economías”. En el caso de España, Bruselas destaca en particular la digitalización del sistema educativo o la reforma fiscal.
Fuera de procedimiento por déficit
La evaluación de la Comisión confirma además que España está fuera del procedimiento por déficit excesivo, en el marco del cual los países se enfrentan a multas en caso de su pesar el 3% que marcan las normas fiscales.
Tanto las previsiones del gobierno como las del ejecutivo comunitario confirman que España se encuentra en una senda de reducción del déficit a corto y medio plazo, con un 3% en 2024 y un 2.8% en 2025.
Sin embargo, sin presupuesto aprobado aún para 2025, la Comisión “no puede evaluar en este momento si las políticas fiscales” previstas para este año se ajustan a las recomendaciones.