Las principales plataformas de streaming acaban de recibir una avalancha de propuestas para producir documentales centrados en las devastadoras consecuencias de la última Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) en Valencia. Netflix, Max y Amazon Prime Video están valorando proyectos de distintas productoras que abarcan enfoques tan variados como un análisis detallado del fenómeno meteorológico y sus efectos a nivel nacional, hasta narrativas íntimas sobre cómo afectó a familias concretas.
Según fuentes consultadas por Confidencial Digital, estas plataformas todavía no han tomado decisiones definitivas sobre qué proyectos, si al final eligen alguno, llegarán a sus catálogos. Entre las propuestas destacan historias que buscan documentar las inundaciones desde una perspectiva científica y medioambiental, explorando los factores climáticos que desencadenaron el evento y las respuestas institucionales, mientras que otras se centran en las emociones humanas, mostrando la resiliencia y el sufrimiento de las personas que lo vivieron en primera línea.
Cautela pese al impacto social
La DANA, que dejó tras de sí un rastro de destrucción en diversas regiones de España, ha generado un interés notable entre las factorías audiovisuales. Su impacto social y mediático, con imágenes que se hicieron virales en redes sociales y testimonios desgarradores, ha hecho que muchos vean una oportunidad de relatar lo sucedido en formato audiovisual.
No obstante, fuentes del sector señalan que la experiencia con proyectos similares sobre el coronavirus ha llevado a cierta cautela. En aquel momento, las plataformas también recibieron múltiples propuestas, pero solo unas pocas terminaron viendo la luz. “Es un tema delicado, y no siempre el interés inicial se traduce en una producción viable o que encaje con las líneas editoriales de las plataformas”, explican desde la industria.
Evitar la banalización
En este caso, a pesar del indudable atractivo mediático del tema (también fuera de España), también hay retos: evitar un enfoque que pueda banalizar el sufrimiento de las víctimas o reducir el fenómeno a un simple espectáculo visual.
Las productoras deberán encontrar el equilibrio entre el rigor informativo y la narrativa que atrape al espectador, algo que las plataformas consideran esencial.
Aunque la incertidumbre sobre qué proyectos se concretarán sigue presente, la oleada de propuestas confirma la capacidad del audiovisual para canalizar temas de actualidad. Lo que está claro es que la DANA ya ha dejado huella no solo en el paisaje, sino también en la narrativa contemporánea.