«Tras la inspección, se confirma que la magnitud del evento no es comparable a ninguno otro vivido anteriormente en el parque natural de l’Albufera y, por extensión, en el ámbito del lago de l’Albufera, teniendo sobre las zonas afectadas un carácter excepcional y catastrófico desde el punto de vista ambiental«. Con estas palabras resume el Servicio de Devesa-Albufera del Ayuntamiento de València la situación del lago tras la dana del pasado 29 de octubre. «El nivel de inundación no tiene precedentes, con un aumento de 100 centímetros respecto al nivel de las horas previas al evento», todo ello como consecuncia de una entrada de agua entre un 50 y 70 por ciento superior al que entra en el sistema en un año«, lo que ha generado «enormes daños sobre el espacio natural y agrícola«, concretamente el cultivo del arroz. Tanto es así que si no se actúa antes del mes de frebrero en los 13 kilómetros de motas destrozadas, la cosecha estará en peligro.

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