Quien no conoce su historia está condenada a repetirla. Igual que el que la evita, porque se siente parte del capítulo más oscuro. El nombramiento de Montse Tomé como seleccionadora española tenía una falsa apariencia de cambio, pero obviamente no era así. La entrenadora no solo formaba parte del cuerpo técnico de Jorge Vilda, sino que era su mano derecha. Su aterrizaje en el banquillo no fue una buena noticia, no era el cambio real que pedían las futbolistas después de lo ocurrido. Sin embargo, éstas optaron por creer en la buena fe de la Federación y de la nueva entrenadora. Ahora, unos meses después, una nueva muestra de fuerza evidencia la poca memoria de Montse Tomé. La seleccionadora excluyó de la última convocatoria a Irene Paredes y Jenni Hermoso, dos de las capitanas y líderes de la selección.  

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